viernes, 7 de noviembre de 2008

MUCHOS VAN A TENER QUE CERRAR LA BOCA

Así se refirió Marcelo Richotti al hacer referencia a los cuestionamientos que existían sobre el nivel de la Selección, previo a los Juegos Olímpicos de Beijing. En una charla intima, el técnico de Bahía Blanca Estudiantes, dijo que el objetivo del equipo es estar entre los doce primeros para evitar el descenso. Además, habló de la actualidad del Albo, de los refuerzos que llegaron para el comienzo de la Liga y dejó opinión a cerca de la polémica inclusión del tercer extranjero. En una sala repleta de trofeos del Club de calle Santa Fe, nos sentamos con el ex jugador de Argentina y charlamos de todo.

¿Cómo fue tu llegada a Bahía después del paso por Quimsa?
Después de la desvinculación de Quimsa me fui para Charata, estuve dos meses ahí y consideraba que ya no podía cambiar el rumbo del equipo y decidí irme. En ese mismo momento, Estudiantes opta por la salida de López y me llamó Jorge Faggiano para ver si había alguna posibilidad. Se dieron las dos cosas al mismo tiempo y además, por una cuestión familiar, yo quería volver a Bahía. Se dio todo redondito.

Decías que a Charata no podías aportarle nada nuevo, pero llegaste a Estudiantes y el equipo jugó distinto, tuvo una racha ganadora y lo salvaste del descenso
Sí y no. A Estudiantes lo salvaron del descenso los jugadores, no el entrenador. Los jugadores se mentalizaron y creyeron que podían hacer las cosas bien. A partir de ahí el convencimiento y la convicción de poder llevar adelante esto era un desafío a diario de forma permanente. Era un desafío para ellos y para mí. Yo, sin vivir el proceso anterior, traté de cambiarle la cabeza a los jugadores que es lo que más influye a la hora de ir a buscar un resultado porque basquetbolisticamente lo que tiene cada uno no lo pierde y si hay que tratar de potenciarlo y entre en confianza. Los jugadores me entendieron, se sintieron cómodos y no cambiamos muchas cosas en lo táctico. Tratamos de mejorar algunas cosas sobre todo en lo defensivo y agarramos una racha positiva después del partido con Obras allá, ganando cinco partidos al hilo. Fueron seis partidos consecutivos que nos sirvieron para entender lo que estábamos haciendo.

¿La idea era hacer mayor hincapié en lo psicológico, salvar al albo del descenso y dejar de lado la manera de jugar?
Ni hablar. Esta no es mi primera experiencia con un equipo que está en zona de descenso. En mi debut en Comodoro jugamos por el descenso, después de mi paso por México volví y agarré Peñarol que estaba en zona roja y llegamos a jugar playoffs. Más tarde, con Regatas de San Nicolás nos fuimos al descenso. Así que tenía experiencia. En Estudiantes lo que había que mejorar era la cabeza porque en un lapso de un mes o mes y medio no íbamos a mejorar el aspecto deportivo. Si tenés que enseñarles a los jugadores cual es el camino para ganar y creo que a eso apunté. Tratar de cambiarles la cabeza para que entiendan de que se podía y como teníamos que hacerlo y, gracias a Dios, salieron las cosas bien. De 16 juegos ganamos 10 y uno lo perdimos sin jugar.

De cara al comienzo de la Liga, ¿pudiste armar el equipo que vos querías dentro de las posibilidades que te dio el club?
No, pero de lo que quedaba y podíamos elegir, estoy conforme con lo que trajimos. El equipo no está completamente armado, sumale a eso que empezamos más tarde y que tuvimos inconvenientes para poder entrenar todos juntos porque Cangelosi tuvo problemas familiares y tuvo que viajar a Junín casi una semana. Antes del comienzo de la Copa Argentina, creo que juntamos diez jugadores sólo una vez para entrenar. Así que por eso es normal que pasen las cosas que están sucediendo ahora.

Para el armado del equipo, ¿presentante un lista con los jugadores que te gustaban?
No, fuimos mirando lo que había. Y de lo que quedaba tratamos de elegir lo mejor. Todos los puestos son importantes pero la ida de Pablo Gil para mi fue clave porque es un jugador del club que sabemos lo que puede dar y necesitábamos un jugador ahí para reemplazarlo. Tuvimos la suerte de que Regatas Corrientes dejó a Pitu (Rivero) y accedimos a tenerlo. Y, de a poquito, llegaron el resto de jugadores.

¿Ves positiva la decisión de incluir un tercer extranjero?
En realidad, lo toma el puede o el que quiere. No es algo que te imponen. Vos podes decidir jugar con dos o con tres. Si vemos que la liga ha sido un torneo de desarrollo que generalmente trata de darle posibilidades a los jugadores juveniles y, a través de eso, hemos llegado a ser campeones Olímpicos, es como un poco contraproducente. No me gusta jugar con tres extranjeros pero hoy las circunstancias nos obligan a eso.

¿Pero tiene ventajas el que juega con tres extranjeros?
No se. Si vos tenés una buena plantilla de nacionales no me parece que estén en desventaja. A mi me ha tocado una experiencia en México de dirigir con casi cinco extranjeros y no fue nada fácil, con respecto a la estructura del equipo, la filosofía, el idioma, el hacerles entender lo que pretendes de ellos. Tenés que elegir jugadores que sean conocidos, que conozcan la liga y que juegan bien pero es un costo elevado.

¿Qué busca Estudiantes en un extranjero?
Sobre todo puntos, especialmente en el juego interior. Puntos, capacidad de rebotes y obviamente un jugador que pueda correr un poco más la cancha en transiciones y esas cosas. Que nos brinde soluciones en el juego interior que hoy casi no tenemos.

¿Cuál es el mayor déficit del equipo?
Si analizamos los partidos de la Copa Argentina, la parte ofensiva. Nadie nos hizo muchos puntos. Defensivamente estamos bastante bien pero igualmente hay cosas para corregir. En la Copa Argentina el objetivo era sumar trabajo, volumen de juego y que cada jugador vaya encontrando su rol en el equipo.

¿Cómo ves la Liga y que expectativas tenés para el equipo?
La liga va a ser muy competitiva como lo ha sido últimamente. Año a año va mejorando, vuelven varios jugadores que estuvieron afuera. Creo que va a ser una liga linda. En cuanto al objetivo nuestro, será tratar de entrar entre los doce primeros. Si es doce, doce y, sí es más arriba, bienvenido sea. Con el cambio del sistema de descenso, los cuatro últimos juegan playoffs para no bajar y la idea es evitar esa situación.

¿Quienes son los candidatos?
Libertad de Sunchales, por haber sido el último campeón y porque mantuvo la base del equipo. Igual habrá que ver como reemplaza a Robert Battle. Trajo a Osborne pero hay que ver si le va a dar algo parecido. Quizá entre Zilly y Osborne pueden hacer todo lo que hacía Battle. Atenas se ha armado muy bien, Peñarol va a estar en la pelea y Quimsa también. Hay seis o siete equipos que están bien. Los equipos que no tengan muchos nombres dependerán de cómo rinden los jugadores, de la química de equipo que tengan y hasta donde les permita llegar la liga.

¿Qué opinión tenés del torneo local?
El torneo local es muy fuerte. Cualquier equipo de estos, con refuerzo puede jugar el torneo regional o la B.

¿Y por qué no se da ese pasito?
Creo que la cuestión económica es fundamental, no tanto para el torneo local porque no te movés y para pagarle a un jugador se puede juntar el dinero. El tema es cuando empezás a viajar, tenés que juntar la plata para hacerlo y eso es lo complicado.

¿Cómo viste a la generación dorada?
Maravillosa. La verdad que uno no se deja de asombrar hasta donde van a llegar estos chicos. Previo a los Juegos Olímpicos, nadie daba dos pesos por la Selección. Que jugaba mal, que el base no servía, que Ginóbili estaba lesionado. Evidentemente muchos van a tener que cerrar la boca. Eran todas críticas. A mí me produce un gran orgullo verlos jugar. Todos los jugadores encontraron su rol en el equipo y todos son estrellas en sus clubes pero pusieron el sacrificio de un obrero para poder lograr lo que se logró: entrega, sacrificio y talento.

¿Sos el tipo de entrenador que te hubiese gustado tener?
Es una buena pregunta. Trato de sacar de los mejores entrenadores que he tenido, lo mejor que me han dado y eso aplicarlo. Obviamente que uno siempre aporta parte del carácter, temperamento y la personalidad que tiene, que es distinta a los entrenadores que yo tuve. Yo creo que me hubiese sentido muy bien con un entrenador como yo. Hubiera podido aprender cosas.

¿Qué entrenador te marcó en tu carrera?
Un modelo no tengo. Uno trata de sacar cosas de todos. Alejandro Álvarez y Néstor García fueron entrenadores que me marcaron en mi carrera sin olvidarme de Carlitos Spaceci, que fue el que me formó. Son los tres entrenadores que me han marcador.

Ahora, siendo entrenador, ¿ves las cosas de otra manera?
Yo analizo las formas en las que se dicen o se hacen las cosas. Teniendo en cuenta la manera en la que uno habla con el jugador, sobre todo hablando con respeto, vos podés obtener un montón de cosas de los jugadores. Eso para mi es fundamental. Obviamente que de los entrenadores siempre se aprende, tanto las cosas buenas como las malas. Después vos tendrás que sacar en limpio lo que te sirvió y lo que no.

Para finalizar, ¿cómo vez a tu Pacífico teniendo en cuenta la sanción que tuvo?
Está complicado. Yo creo que hay fijar políticas en el club. Se tiene que decidir si juega para ascender o para darle la posibilidad a los chicos y ver hasta donde se puede armar el mejor equipo posible. Hoy, más allá del problema que lo perjudicó, tiene posibilidades de poder meterse entre los ocho. Me parece que Ulises no ha hecho un mal trabajo, está trabajando bien, a conciencia y de forma responsable. Sólo hay que darle lo mejor para que el equipo gane.

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