viernes, 7 de noviembre de 2008

MAURO OLIVI: “NO ME DESESPERO POR IRME DE OLIMPO”

En un café céntrico de la ciudad, Atico entrevistó al Pampa, una de las figuras del plantel aurinegro. El delantero de Jacinto Aráoz, opinó sobre la actualidad del equipo aurinegro y dijo que fue muy importante la llegada de Daniel Florit para poder salir del bajón futbolístico por el que atravesaba Olimpo. Además, analizó el funcionamiento del equipo en el Nacional B, la levantada de las últimas fechas y el sueño de volver a Primera. En una charla íntima, Mauro Olivi repasó toda su carrera como futbolista, comentó la falta de proyectos a largo plazo en el fútbol de hoy y a cerca de las posibilidades que tuvo para emigrar a otro club. Además, tuvo tiempo para de hablar de su vida, sus afectos y sus gustos. Olivi, auténtico.

En la temporada pasada arrancaron mal pero terminaron bien salvo que no se cumplió el objetivo de no descender, ¿Qué les dio Florit que no obtuvieron de otros técnicos?
Creo que no se había arrancado del todo bien con Rivarola, mejoramos con Saporitti y después hubo una gran levantada con Daniel (Florit), debido a la sencillez y la humildad con la que venía a hablarnos. Yo no dejaba de asombrarme la manera en que nos trataba a nosotros cuando venía a hablarnos al vestuario. Era algo muy raro que nos trate con tanto respeto. Yo creo que una de las claves fue eso, el haberse acostumbrado a palabras raras o extrañas y que venga él con cosas y hechos tan sencillos y poder lograr más que algunos con mucha más chapa o más trayectoria que él.

Entonces, ¿hizo mayor hincapié en lo psicológico que en lo táctico?
El apuntó al esfuerzo físico que podíamos llegar a tener. Siempre decía que iba a jugar el que se rompa el lomo para hacerlo y no tuvo ningún reparo en decirles a jugadores consagrados, importantes, “vos no vas a jugar” o “vos no vas a concentrar”. Después, en lo táctico, mucho no se tocó porque faltaban pocas fechas y no se podía cambiar demasiado. No podés trabajar mucho en ese sentido. El equipo ya estaba armado, el estilo de juego ya está hecho y tal vez era medio raro que puedan llegar a cambiar las cosas. Creo que más que nada había que apuntar a la cabeza porque había muchos jugadores buenos que no sé porque motivo no lograban rendir y con Florit empezaron a funcionar muy bien.
Luego de descender y teniendo en cuenta las posibilidades de irte que tuviste, ¿por qué decidiste quedarte y no buscar otro rumbo como Wagner o Leandro González?
Hubo de todo un poco. Estuvo posibilidad de irme pero obviamente que la idea era seguir en primera y, por diferentes cuestiones, no se pudo concretar. Yo siempre dije que a igual categoría iba a seguir en Olimpo y es por ese motivo que decidí quedarme acá, en un lugar que me gusta y donde estoy cerca de mi familia. Entonces, empezás a tener en cuenta algunas cosas que te tiran un poquito más.

¿Te desespera el hecho de irte, de subir de categoría o jugar afuera?
Desesperarme no. Lo que sí me pasa es que pienso que ya tengo que pegar un salto pero trato de no desesperarme para hacer las cosas tranquilo, bien y normal. No me desespera para nada pero sé que las cosas se hacen para poder crecer y si no se da, no se da, pero estoy haciendo las cosas bien para que se dé una posibilidad y si no llega, por algo será. El día que diga “hasta acá llego” veremos que va a pasar.

¿Cambió mucho el ambiente de Olimpo teniendo en cuenta que arrancaron bastante mal y que después de cuatro fechas, levantaron y ganaron los últimos tres partidos?
Hoy en día estamos un poco mejor. Yo siempre dije que para armar a los equipos tan nuevos como los que se tienen que armar año a año en Olimpo, tiene que acompañar un poquito la suerte. Los primeros partidos llevan siempre un período de adaptación que tenés que hacerlo, pasa en todos los planteles y más aún en Olimpo, en el que no hay una base estable de diez jugadores y trayendo alguno más listo. Tuvimos mala suerte porque llegábamos al arco de enfrente y no podíamos hacer los goles y a nosotros nos convertían y eso hacía que perdamos un poquito la confianza y ya se empiece a dudar de que el jugador que trajeron no es bueno, que le están pagando no se cuanto, que no sirve. Pero sabíamos que los que habían venido eran muy buenos, que la inversión que se hizo era buena y ahora con la confianza más arriba trataremos de demostrar porque estamos los que estamos.

¿Por qué pensás que se da esto de no poder mantener una base finalizada cada temporada?
Lo que pasa es que el club funciona en torno a lo que pueda hacer vendiendo futbolistas y los jugadores también quieren pegar el salto, poder irse y cuando están arriba seguir subiendo. Siempre querés crecer en donde estás y tratar de hacer las cosas bien para seguir mejorando. La idea sería tener 10, 12 o 14 jugadores, vender dos por año, traer jugadores nuevos con eso y así poder tener una base estable pero es difícil. Tendría que haber, por ejemplo, categorías menores en AFA y muchas cosas que ahora es un poco complicado por los costos que lleva eso. Yo creo que a los chicos que les vaya bien en Olimpo van a querer irse para poder crecer porque a cualquiera le pasaría.

Dejando de lado la actualidad, hablemos de tu carrera, ¿cuál fue el gol que más recordás?
Me acuerdo de un partido, estando en Sporting, contra Santamarina de Tandil. Ese día me tocó hacer dos goles y jugar bien. Yo nunca me voy conforme con mi rendimiento, siempre creo que me falta un poquito más pero ese día me fui muy contento porque me salieron todas, había hecho dos goles lindos y había jugado muy bien. Otro que recuerdo también es uno que le hice en Sporting a Alvarado. Y el último muy reciente, el que metí contra San Martín de San Juan, por el hecho de que había fallecido mi abuelo. Fueron un montón de cosas, no sabía si iba a jugar, hacía rato que no convertía y ese día me toca hacerlo a los 47 del segundo tiempo. Son cosas que tiene la vida, el fútbol que es muy raro. Yo por un lado tenía un montón de sensaciones encontradas, por lo de mi abuelo, por hacer un gol de esa manera, por el resultado.

A mi me quedó grabado el que le hiciste a Ferro sobre la hora, en el partido que se tuvo que completar en el anterior torneo de la B Nacional
Me había olvidado de ese. Estando en Olimpo me tocó hacer varios sobre la hora. Ese con Ferro fue muy importante porque íbamos perdiendo y además fue mi primer gol como profesional. Nadie pensaba que podíamos ganar ese partido y a nosotros nos levantó anímicamente para el campeonato. También me tocó convertir en Huracán, en Rosario contra Newell´s. Por suerte mis goles le sirvieron al equipo.

Te ponen de enganche, de carrilero por izquierda, de punta, ¿en qué puesto te sentís más cómodo vos?
De enganche no me han puesto prácticamente. Cuando empecé a jugar lo hice de volante por izquierda. Cuando íbamos perdiendo entraba, no sacaban ningún delantero y desbordaba para tirar centros. A mí me gusta eso porque no soy un jugador que pueda aguantar la pelota de espalda y si sos un delantero definido tenés que jugar así. Me gusta jugar de frente y poder mirar el arco cuando me dan la pelota. Pero en las dos funciones estoy cómodo porque de delantero me gusta y en esta función también.

¿Sos de mirar mucho fútbol?
No la verdad que no. No sé porque, antes cuando era más chiquito miraba todo y después de grande dejé de hacerlo. A veces no me acuerdo ni cuando juega la selección. Estoy en otra pero si estoy haciendo zapping y lo encuentro lo miro un rato y después cambió porque me aburre.
Si no mirás fútbol, entonces no jugás “Gran DT”
No vos sabés que no. Hoy estaba hablando con los chicos (del plantel) que tenía que hacerme un equipo porque armaron un campeonato interno. Además los veo hablando siempre de cuantos puntos hicieron y a que jugadores ponen, entonces quiero meterme pero me tienen que ayudar a hacer un equipo.

¿En qué ocupás tu tiempo libre?
De todo un poco. Meto un poco de Play, un poco de Internet, muchos amigos y cada vez que puedo estoy con el nene mío. Siempre se encuentra algo para hacer. Día a día te van saliendo cosas y si no me quedo en casa, mirando tele. Soy bastante tranquilo.
De los que has jugado, ¿qué estadio te sorprendió más?
La cancha de Boca. Estar jugando en la “Bombonera” es algo espectacular, algo soñado por muchos futbolistas. Es algo increíble. A mí me tocó jugar un partido donde no había demasiada gente pero después pensaba lo que debe ser el superclásico, debe ser algo conmovedor.

¿Qué anécdota recordás de tu paso por Primera?
La verdad que son muchas, millones. La que me acuerdo que me pasó fue un día en un partido en el Carminatti. Volvíamos de hacer el calentamiento del gimnasio con zapatillas, me cambio, me pongo la camiseta y cuando estábamos a punto de entrar a la cancha para jugar el partido, “Matute” me avisa que no tenía los botines puestos y tuve que volver corriendo al vestuario. Soy muy distraído.

Ya te sentís cómodo en la ciudad, ¿pero cómo fue venir desde Jacinto Aráoz?
Me costó acostumbrarme porque soy muy pegado a mi familia, a mi gente. Además me vine de muy chiquito para Bahía, con 15 años. Iba y venía seguido. En la semana estudiaba allá y después venía el fin de semana para jugar. Al otro año ya me vine definitivamente y venían mis viejos a visitarme. Hoy por hoy cambió mucho, yo estoy más adaptado pero igualmente hay momentos en los que estoy mal y quiero irme a mi casa, a estar con mi gente. Pero ya hago otro ritmo de vida y eso lo siento cuando estoy dos o tres días en mi casa.

¿Cómo imaginás el futuro tuyo y de Olimpo?
Obviamente que para fin de año queremos llegar un poco más arriba de lo que estamos hoy. Institucionalmente, yo creo que Olimpo es un club que tiene que estar en primera, por lo que es para la ciudad y la región. Dejar el Nacional B sería un sueño para el club.
En lo personal, estar mejor y poder dar un salto de calidad.

¿Cuáles son los motivos por los que Olimpo sube y baja de categoría sin poder consolidarse?
Yo creo que con el promedio es muy difícil porque los equipos que ascienden necesitan una campaña como para estar en las copas para quedarse el primer año en primera. Es complicado. Además, cuando hacés una buena campaña los jugadores tienen la chance de irse a otro lugar y tenés que armar otro equipo nuevo, sigas en primera o bajes.
Cuando descendimos nosotros, muchos de los chicos decidieron irse a un equipo de primera de Buenos Aires. Necesitás una buena base de jugadores para que puedas trabajar más tranquilo. Nosotros nunca sabemos cual es la realidad del equipo, si es Primera o si es Nacional B porque nunca se termina de adaptar. Olimpo es un muy buen equipo en la segunda categoría y en la A, no termina de consolidarse.

Cuando parás la pelota en tu vida, ¿Qué es lo que ves?
Veo muchas cosas. Cuando me pasan cosas, digo mirá que problema que tengo pero después miro a otros colegas que están peleándola como cuando yo estaba en Liniers y hoy por hoy tengo la chance de jugar en primera. Cuando estas más tranquilo, decís “no todo están malo y no todo están bueno”. Siempre querés que te vaya mucho mejor, cuando estás en el Argentino A querés jugar en la B Nacional y después en Primera. Creo que me hago demasiados problemas. Creo que está todo mal y realmente no lo está. En esos momentos es cuando digo que no me está yendo tan mal.

No hay comentarios: