sábado, 20 de diciembre de 2008

RACING VUELVE A VOTAR

En una jornada para recordar, hoy los hinchas de la “Academia” vuelven a elegir nuevamente a los dirigentes que guiarán el futuro de la institución. Después de 10 años de gerenciamiento y a pocos días de haberse levantado la quiebra, más de 5800 socios regresan a las urnas y tendrán que decidir entre cinco listas distintas. El pueblo de Racing, club sufrido si los hay en nuestro fútbol, retorna a la Democracia.

Si hay un club del fútbol argentino que ha pasado por todas las situaciones imaginadas, desde las más lindas a las más feas, ese club tiene nombre propio: Club Atlético Racing Club. La “Academia” es, sin dudas, la institución más extraña y sufrida del país. Las épocas de gloria del “Racing de José” campeón del mundo, el descenso a la segunda división en la década del `80, la quiebra realizada por Daniel Lalín en 1998 y el histórico título logrado en el 2001 de la mano de” Mostaza” Merlo, ya son parte de la historia. El presente de Racing, deambulando en la mitad de la tabla del último Apertura, son las elecciones y la posibilidad de poder votar tras varios años de gerenciamiento.

Los hechos trágicos por los que tuvo que atravesar la institución de Avellaneda, fueron y son inéditos en nuestro país. En apenas una década, ocurrieron muchos acontecimientos que marcaron a fuego la vida de todo el pueblo racinguista: la quiebra pedida por Daniel Lalín (nuevamente candidato a presidente) el 13 de julio de 1998; la formación de un equipo perteneciente a una institución que afrontaba su segunda convocatoria de acreedores; la declaración de la síndico Liliana Ripoll, quien quedó a cargo del club por pedido judicial, para quien Racing Club Asociación Civil había dejado de existir debido a un déficit que no cesaba; el redoblante que estalló en el tabique nasal de Lalín el 4 de marzo de 1999; un Clausura 99 en el que la Academia jugaba previa autorización de la Justicia; un gerenciamiento presentado como rescate emotivo; el Apertura 2001 que fue lágrima de emoción; la pésima gestión de Blanquiceleste al frente de la institución (una empresa que se llevó más de lo que puso); y, por último, este año la destitución de la gerenciadora por manejos irregulares y el equipo, como consecuencia natural, ubicado a una derrota del descenso en la Promoción de junio jugada frente a Belgrano. En poco más de 100 años de vida, ¿podría haberle pasado algo más a Racing?

Pero, como dice el dicho, siempre que llovió paró (más que una lluvia fue una serie de fenómenos naturales los que pasaron al club). Por suerte, para todos los hinchas de la Academia y del fútbol en general, el pasado jueves, vaya casualidad justo en el día que se cumplía el aniversario 25 del descenso de Racing en manos de su homónimo de Córdoba, el club pudo levantar la quiebra, con buena parte del dinero que Racing Asociación Civil había acumulado antes de la llegada de Blanquiceleste. El Juez Enrique Gorostegui, una especie de monstruo que llevó el expediente desde mitad de los 80, firmó la histórica resolución.

Y, como si esto fuera poco, la noticia llega justo tres días antes de las elecciones. Como suele ocurrir en varios ámbitos de nuestro país, parece que las cosas suceden por contagio. En los últimos días en nuestro fútbol, gracias a Dios, los hinchas de dos instituciones grandes recuperaron la democracia dentro del club y los hinchas pueden volver a votar después de varios años de marginalidad y poder de decisión. La semana pasada fue el turno de Newell´s, quien después de 14 años de dictadura del “General” López volvió a las urnas y consagró presidente a Guillermo Lorente y hoy le toca a Racing.

A partir de mañana, sea quien sea el nuevo presidente, comienza a escribirse una nueva página en la increíble historia de la Academia. Las flamantes autoridades que asuman el poder se ya no podrán contar con los 8 millones de dólares que tenía Racing su cuenta, antes de la llegada del gerenciamiento. Ese dinero se fue consumiendo y los nuevos dirigentes contarán con dos millones de dólares. De ahí salieron los billetes para el funcionamiento corriente del club, entre los 6.800.000 pesos de la cuota final para levantar la quiebra, cinco para gastos del proceso judicial y el déficit operativo generado por el fútbol profesional (aproximadamente 1 millones de pesos mensuales). En síntesis, los 8 millones de dólares se redujeron en un 75%. Además, otro dato para tener en cuenta, es que todavía resta liquidar un segundo tramo de la quiebra aún no verificado de 22.300.000 pesos, suma que se estima se podrá reducir hasta en un 60% y que el Organo Fiduciario estará a cargo de pagar. Para eso, el club colocó, como garantía, nada ni nada menos, que hipotecas sobre sus sedes, una en Avellaneda y otra en Villa del Parque. Lo único que le falta a Racing, es que le rematen parte de su patrimonio histórico.

Pero ese será tema para más adelante. Lo importante en este momento, es rescatar este hecho histórico para los amantes del fútbol. Por suerte y coincidentemente con el aniversario número 25 de la recuperación de la Democracia en nuestro país, el deporte más lindo del mundo da señales de vida. Newell´s y Racing dejan atrás un pasado inmediato nefasto para su vida institucional y social y comenzarán, con el correr de los meses, a transitar un nuevo camino. Los hinchas vuelven a elegir legítimamente a sus representantes y festejan, después de muchos años de anarquía, la vuelta a las urnas. Pero no hay que olvidar. Lo que pasó, pasó y debe estar bien presente en todos los simpatizantes para no volver a repetir los errores del pasado. Viva el fútbol.

BASTA DE DICTADURA EN EL FUTBOL

Luego de 14 años de gobierno de facto de Eduardo López, finalmente hoy se llevarán a cabo las elecciones en el club rosarino. Con el sufragio de esta tarde, los socios leprosos, después de tanto tiempo, tendrán la posibilidad de elegir libremente a los dirigentes que comandarán el futuro de la institución. En medio de un clima político y social muy tenso y, coincidentemente, a 25 años de la vuelta a la Democracia, los hinchas rojinegros vuelven a votar.

14 años pasaron desde la llegada de un personaje singular a la vida de Newell´s. Un personaje que marca, marcó y marcará a fuego la historia del club rosarino. En 1994, llegaba a la presidencia de la institución un tal Eduardo López. El empresario de 54 años, hace más de una década que conduce la institución rosarina y, con el apoyo cómplice de la política y la policía local, ha hecho y desecho todo a su antojo y sin oposición alguna.

Sin elecciones, sin comisión opositora que pudiera refutar cualquier medida tomada para el futuro del club, López se encargó de borrar a todas las personas que pensaban distinto que él y fue siempre el máximo responsable de todo lo ocurrido en Newell´s, tanto de las cosas malas como de las buenas. Si se puede rescatar algo positivo de su autoritaria gestión, se puede nombrar la obtención del torneo local, de la mano del Tolo Gallego, con figuras como el Patrón Bermudez, Fernando Beluschi y Jairo Patiño. Sin embargo, a pesar de aquella conquista, Gallego, un ídolo del club por su pasado como jugador, nunca cobró la plata correspondiente por el logro obtenido.

Hoy, después de muchos años de marginalidad, exclusión y lucha desde la clandestinidad de un grupo de personas denominados Socios e Hinchas Autoconvocados, la mitad de Rosario vuelve a votar a sus autoridades. Coincidentemente con el aniversario 25 de la vuelta de la Democracia a nuestro país, los hinchas rojinegros eligen, después de mucho tiempo, los dirigentes que llevarán adelante el futuro de NOB. Pero, no todo es color de rosa. Para poder votar hay que estar al día con la cuota social y, en una reacción lógica ante la situación de facta que existía en el club, la mayoría de los hinchas dejaron de pagar su cuota hace muchos años y se les puso mil piedras en el camino para que pudieran regularizar su situación.

El pasado viernes, a 48 horas de los comicios, un grupo de veinte barras bancados por López se encargó de frenar el acceso de las personas para impedir que pudieran pagar su cuota y quedaran habilitados para sufragar. Varios incidentes entre los distintos grupos y muchos policías fueron los protagonistas principales de la tarde. Un gran despliegue policial con tropas de operaciones especiales fue necesario para garantizar el acceso de los socios que querían pagar la cuota. Al llegar a las puertas de la secretaría, insólitamente desde el club, comenzaron a bajar la persiana, que fue detenida por la gente que ingresó al hall haciendo oír su bronca. Fue necesario que los hinchas colocaran las boleterías que había a mano para impedir que bajaran la persiana. En lo que debería ser una fiesta de la Democracia, reino un clima de absoluta violencia y los fantasmas del pasado dijeron presentes.

Durante la campaña electoral, los dos candidatos a presidentes tuvieron tiempo para expresarse y decir cada uno lo suyo. Guillermo Lorente, candidato de la oposición y apoyado fuertemente por la familia Bielsa, expuso sus ideas por los distintos medios de comunicación, criticó duramente el desempeño de López en la institución y dejó bien en claro que Newell´s debe volver el club de principios de los ´90, cuando de la mano de Marcelo Bielsa llegó a ser campeón de nuestro fútbol y perdió la final de la Libertadores con el San Pablo de Telé Santana. Uno de los pilares de la campaña de Lorente, fue la promesa de la vuelta de Jorge Grifa a las destruidas divisiones inferiores leprosas.

Por su parte López, fiel a su estilo soberbio y autoritario, dijo que estaba muy contento con el regreso de las elecciones. Opinó que la Democracia era todo para él y que Marcelo Bielsa era el mejor técnico argentino. El ex entrenador de la Selección, envío una carta durísima criticando los manejos del actual presidente y opinando acerca de la actualidad del club de sus amores. El Loco, el técnico más ganador en el historia del NOB, cuestionó a la actual conducción de provocar “irregularidades que limitan la participación societaria y criticó también a los organismos estatales que dictaminaron que para poder sufragar es necesario tener las cuatro últimas cuotas pagas porque “dificultan la expresión de más de 20 mil asociados”. Además, agregó que “tendrían que explicar a quién defienden y por qué lo hacen”. Palabra autorizada si las hay.

En el aniversario número 25 del retorno de la Democracia y para terminar con los gérmenes autoritarios que aún quedan de la dictadura en los distintos ambientes de la sociedad, lo ideal sería terminar con ese tipo de metodologías del pasado en todos los rincones de nuestro país, por ejemplo, en el fútbol, el deporte más popular del mundo. Por un fútbol mejor, basta de López.

sábado, 29 de noviembre de 2008

ARGENTINA PERDIO EN LA CANCHA

Se perdió, simplemente, porque los españoles fueron superiores a nosotros, tanto en singles como en dobles. Feliciano López y Fernando Verdazco fueron más y el único que fue superior a los europeos fue Nalbandian, en la victoria con David Ferrer.
Los tres partidos posteriores a la victoria de David ante Ferrer el viernes, fueron muy parejos y ganó España. El dobles, que fue muy importante para definir la serie, fue durísimo y sí, Argentina ganaba el tercer set con aquella bolea de Nalbandian, hoy sería otra la historia. La serie tuvo una paridad muy grande y la balanza se inclinó para el lado de España.
En la derrota, mucho tuvo que ver el vestuario desunido y las peleas internas pero no fue el factor principal. La Copa se perdió en la cancha. Hay muchos ejemplos de equipos que han ganado cosas importantes sin una armonía absoluta entre sus integrantes.
La prensa argentina, en general es amarillista y las peleas y derrotas venden más que los éxitos. Si nuestra legión hubiese ganado la ensaladera, ya ni estaríamos hablando de la conquista. Sin embargo hoy, pasada la dura derrota, seguimos con el mismo tema. Somos amarillistas pero después cada uno tiene que hacerse cargo de las cosas que hace, tanto los jugadores como el capitán y los periodistas.
Los problemas internos en el equipo nacional venía de hace rato y eran conocidos en el ambiente. Nalbandian no se llevaba bien con sus compañeros y viceversa y siempre tuvo la misma relación con ellos. Su comportamiento es una consecuencia lógica de hacer siempre lo que él quiere. Es un tipo muy transgresor, en el mal sentido de la palabra, pero todos los defectos los tapa con triunfos. David tiene un talento enorme pero, como todo líder, tiene cosas negativas. Que haga de su vida lo que él quiera pero no cuando juega en equipo. La Copa se juega en equipo pero no olvidemos que cuatro de los cinco partidos que se juegan en una serie, se juegan individualmente.
Argentina dejó la chance más clara para ganar la Davis. A diferencia de las otras dos finales que jugó (Estados Unidos y Rusia, ambos de visitante), en esta era claro favorito. Era una serie muy ganable. Tenía la obligación de ganar, por la localía y por la ausencia de Nadal pero de ninguna manera se puede considerar como un fracaso. Yo no soy pesimista. No digo que no la vamos a ganar nunca más, porque eso nunca se sabe. Se puede ganar pero quizá haya que esperar 25 años para jugar de nuevo una final. En 75 años de Copa, Argentina llegó tres veces a la final o sea un promedio de una cada 25 años.
La era Mancini fue muy positiva. Se llegó a dos finales en pocos años y la derrota con España no significa un fracaso en su gestión como capitán argentino. Con respecto al futuro, no se quien puede ser el nuevo capitán pero el que venga, va a tener que cambiar varias cosas, sobre todo, mejorar la relación entre los jugadores nacionales. La elección, va a servir para aflojar tensiones.

*Alejandro Klappenbach. Conductor de Despertarte en TyC Sports y comentarista de la Copa Davis junto a Gonzalo Bonadeo.

OTRA VEZ SOPA

Argentina perdió la final de la Davis con España y, como ocurrió a lo largo de la historia de nuestro tenis, las peleas internas dentro del grupo fueron un factor muy importante a la hora de enfrentar la serie decisiva. Nalbandian, líder absoluto del equipo, hizo lo que quiso dentro y fuera de la cancha y Del Potro se bajó en el momento más importante del fin de semana. ¿Hasta cuando este tipo de conflictos personales dentro del grupo van a seguir jugando en contra de los intereses de miles de argentinos?

La tercera es la vencida. Así lo dice el dicho popular. Pero, como tantas otras veces, los dichos no son más que dichos y la realidad es totalmente distinta. Argentina, por tercera vez en su historia, perdió la final de la Davis pero esta no fue una derrota más. Fue la primera vez que se perdió en casa y, teniendo en cuenta como se venían dando las cosas en la previa, fue la chance más clara que tuvo Argentina para levantar la tan preciada ensaladera. Pero, consumada la derrota y luego de escuchar un montón de barbaridades por parte de la prensa “amarilla”, sólo queda espacio para analizar, criticar –constructivamente- e indagar los motivos por los cuales se perdió la serie con España.
Problemas internos entre los integrantes del equipo nacional, siempre hubo y los habrá. Cabe recordar que la primera vez que Argentina pudo quedarse con la Copa más importante del tenis mundial fue en 1981 (hace 27 años), cuando Vilas y Clerc perdieron en Estados Unidos con el local. En aquella época, como cuentan los protagonistas principales de los hechos, los representantes argentinos eran Top Ten del ranking ATP pero, dentro y fuera de la cancha, no se dirigían la palabra por cuestiones de “ego”. Y, lamentablemente para todos los argentinos que disfrutan del deporte de la raqueta, la nueva generación no es la excepción a la regla. Sabido es que la relación entre Nalbandian y los demás integrantes del equipo no es buena ni mucho menos. David es el líder absoluto del grupo pero como todo líder se tomó demasiadas atribuciones. Siempre hizo lo que quiso dentro y fuera de la cancha y se dio el gusto de no asistir a las distintas conferencias de prensa cada vez que perdía un partido. Como se dice en el fútbol, lo que se llama un “líder negativo”.
Pero, hay que dejar bien en claro una cosa: la Davis se perdió en la cancha. Los problemas existieron e influyeron en la cabeza de cada uno de los nuestros pero la mala relación entre ellos no fue el factor principal a la hora de definir la serie. Ah, no hay que olvidarse de una cosa: el tenis es un deporte muy individual y, de los cinco puntos que se disputan en una serie como esta, cuatro se juegan de manera individual. Pequeño detalle. La idea original es representar una nación pero, a la hora de la verdad, los nuestros juegan por su gloria personal.
Dentro de una serie muy pareja (Argentina nos guste o no era más candidato que nunca teniendo en cuenta la ausencia de Nadal y mal presente por el que atraviesa Ferrer), España pegó en los momentos justos y se llevó el trofeo más deseado sin ningún tipo de pretextos. Feliciano López y Fernando Verdazco, jugadores de segundo nivel mundial, jugaron el mejor tenis de su vida y dejaron el alma en cada pelota para levantar la ensaladera por tercera vez en la historia del país europeo. Jugaron la serie como una verdadera final y, lo más importante de todo, unieron sus fuerzas en representación de la “Madre Patria” y en busca de un objetivo claro: dejar bien en alto el nombre de su país, dejando de lado los objetivos personales de cada uno.
Finalizada la era Mancini (logró llegar dos veces a la final de la Davis) y consumada la derrota con España, ahora llega el momento de la sucesión y son varios los nombres para el puesto de Capitán, entre ellos, Martín Jaite, principal candidato a quedarse con el cargo vacante. Fuera quien fuera el próximo Capitán nacional, el primer punto a mejorar deberá ser la relación entre los distintos tenistas y crear una ambiente de lleno de armonía para poder llegar a levantar algún día la ensaladera. Las peleas internas deberán, por lo menos, disminuir en cuanto a intensidad se refiere y los egos deberán quedar de lado a la hora de jugar en representación de la celeste y blanca. El tenis es un deporte individual pero, para ganar la Davis, no alcanza solo con un par de Top Ten. Hay que tener un poquito de amor por la el país que se defiende y dejar en un segundo plano los intereses individuales durante tres días. La expectativa generada fue demasiado grande para lo poco que demostraron los nuestros, paradójicamente, en un Polideportivo llamado Islas Malvinas.

NUNCA PENSE DIRIGIR EN PRIMERA

En el Roberto Carminatti, Ático dialogó con el técnico de Olimpo. En una extensa charla, el entrenador bahiense repasó toda su carrera profesional, habló de sus comienzos en las Inferiores del club y analizó el momento que vive hoy como DT del equipo de primera. Afirmó que el torneo del Nacional B es muy parejo y dejó bien en claro que se necesitan sumar varios refuerzos de jerarquía para poder pelear el ascenso. Florit, sin cassette.

¿Cómo fue el momento en el que te llamaron para ir a dirigir Primera?
Estaba entrenando en el predio de Teléfonos. En la semana anterior me habían dicho que tenía que dirigir la primera local y cuando estaba entrenando con ellos me dijeron si me animaba a estar en Primera de AFA y les dije que sí. Les pregunté que había pasado con los chicos (el pájaro Echaniz), me dijeron que era un tema del club y me dieron la posibilidad de dirigir al equipo.
En ese momento, ¿tomaste conciencia que era la primera de AFA o simplemente dijiste voy?
No, acá no hay misterio. Esto es fútbol. Detrás de cada jugador, por más apellido y trayectoria que tenga, está el ser humano y yo estoy acostumbrado a estar con ellos.

Tuviste una campaña bastante muy buena en Primera pero no pudiste salvar al equipo del descenso. ¿Qué sensación te quedó?
Estuvimos a un gol y, si hubiese sido un arbitraje imparcial en la cancha River, podríamos haber sacado un empate que hubiese sido lo más justo. Para nosotros, el segundo gol de Buonanotte fue off-side y en el primero no hubo foul nuestro sino falta del jugador de River (Barrado). Nos pasaron todas.

¿Qué fue lo que más te asombró del mundo de Primera división?
No se. Todo pasó muy rápido pero me quedaron muchas cosas, por ejemplo, hablar con Víctor Hugo Morales, Roberto Perfumo y mucha gente importante. En ese sentido, es otro mundo pero la realidad que pasó muy rápido.

¿Estaba en tus planes dirigir Primera algún día?
No, jamás. Nosotros no tenemos oportunidades. Acá en Bahía Blanca, somos todos ignorados. Ahora en Villa Mitre, recién ahora resolvieron que tenía que venir (Juan Carlos) Zapata, cuando él fue el que los llevó al Nacional B. La realidad es que, acá, estamos ignorados.

¿Tu idea es seguir dirigiendo a Olimpo en mayores o cuando terminar esta etapa y volver a las inferiores?
No. Ya hay gente que ha hablado conmigo para saber hasta cuando estoy y no quiero volver a las Inferiores porque en la vida hay un momento y hay que aprovecharlo. A mí me fue bastante bien y quiero seguir para adelante. Volver a las inferiores sería un paso atrás, no por los chicos, sino porque todos pretendemos estar mejor y yo también.

Si surge una posibilidad, ¿te irías a trabajar a Capital Federal?
No se. Tendría que verlo. Primero tengo que terminar mi contrato con Olimpo (finaliza en Junio) y después veré que pasa.

Cuando descendieron, la gente de Olimpo no se fue mal e incluso te brindó un gran aplauso en la despedida. ¿Qué sentiste en ese momento?
La verdad que estaba tan amargado, que no me di cuenta. Después me contaron mis hijos lo que había pasado pero no me di cuenta porque no podía creer que habíamos perdido la categoría por un gol. Estuvimos muy cerca. Nos hacen un gol a los 50 segundos, nos echan a Ulloa a los quince minutos del primer tiempo, no pusimos uno a uno con diez jugadores y no podía creer que se haya caído todo por un gol.

Muchos técnicos dicen que los jugadores no cambian sino que hay que saber sacarles lo que tienen adentro. ¿Qué les dijiste para lograr aquella remontada?
Yo les hablé como les hablo a los chicos del club. Son seres humanos y no hay doble discurso. Por ejemplo, el caso del uruguayo Ithurralde, quien entendió la noche anterior que era lo que pretendía de él. En el gol a Colón, él anticipa en el primer palo para Lujambio y eso lo planificamos sobre un papel porque no teníamos tiempo. Yo había llegado el viernes a la noche y jugábamos el sábado. Eso te demuestra que el jugador es inteligente.

En la B Nacional , pese a la irregularidad, no están lejos de la punta. ¿Cómo ves al equipo de cara al final del campeonato?
Estamos lejos. Estamos a varios puntos, estamos a una vida. Podríamos haber estado más arriba ganándole a Belgrano, a San Juan (no merecimos perder) y a Los Andes. Eran todos ganables.

¿Tiene plantel Olimpo para volver a la A?
En este momento, nos faltarían jugadores de jerarquía en algunas posiciones para pretender ascender. Me gustaría terminar más cerca de la punta, a dos o tres puntos, para ver qué pasa el año que viene. Se pueden incorporar cuatro jugadores y Jorge (Ledo) seguro hará el esfuerzo necesario porque no le gusta salir segundo.

Además recuperar el nivel de algunos jugadores, como Olivi, quién lo recuperó pero después se lesionó…
Si, seguro. El Pampa hizo un esfuerzo importante este año porque se fueron todos menos él (Wagner y Leandro González, entre otros). En ese momento agarró un tobogán, y ahora, cuando estaba levantando, le agarró una molestia muscular.

¿Cómo viviste el momento de viajar para jugar con All Boys con todos juveniles?
Bien. Yo los conozco a los chicos pero jugar un partido de estas características, con juveniles, no es fácil pero lo hicieron muy bien.

Dejando de lado el aspecto profesional, ¿te cambió mucho la vida después de dirigir en Primera?
Si, seguro. Mucho, en cuanto la responsabilidad porque tenés a cargo el equipo más importante de la ciudad o de la zona sur del país a tus espaldas. Tenés que jugartela con pibes del club porque no sabes los que pueden rendir porque nunca jugaron, no tienen chances y me tocó a mi. Valió la pena haberles podido dar esa posibilidad.

Otros técnicos no le dan tanta importancia a los jugadores del club y vos sí. ¿Pasó por ahí la reacción que tuvieron a mediados de este campeonato?
Sí pero ese envión lo frenó la maldita huelga que hizo que se atrasara todo y que de golpe levantaran equipos que teníamos que enfrentar. Pero confío mucho en los pibes porque nunca vi tanta paridad en el juego y, de poder elegir, a igualdad de condiciones, prefiero que juegue un pibe del club porque el otro es un jugador profesional que cobra por este laburo. En algún momento, los pibes tienen que asomar la cabeza algún día porque si no van a ser abuelos y todavía no debutaron. Acá, desde Litre hasta Laumann, aportaron su granito de arena y no se olviden que sacamos los mejores resultados, cuando intervinieron más chicos que grandes.

Hoy en día, muchos jugadores del ascenso la rompen en Primera. Los jugadores del Nacional B, ¿están a la altura de la máxima categoría?
Sí, están ahí. Además los equipos del interior se han reforzado muy bien. Sería bueno que se den cuenta lo que es jugar de visitante, sin público, donde sos ignorado porque los arbitrajes no son muy buenos y te da impotencia no tener testigos de lo que ocurrió.

¿Qué equipos ves con más chances de ascender?
Están todos parejos. Por ejemplo, Talleres jugó muy bien acá pero juega bien un día y otro no. Unión lo mismo, nos ganó a nosotros pero está abajo nuestro en la tabla.
Cuando empezaste como técnico, ¿tenías algún modelo de entrenador a seguir?
No. Yo tengo un gran aprecio por Eduardo Grippo, que es el padrino de mi hijo. No me gustan los chantas o los que venden humo y en AFA hay varios. Me gusta el carácter de Bianco, me gusta Madelón, que es un tipo excepcional pero no me gusta el circo.

¿Cuál es tu sueño de acá a unos años?
No se. Recién arranco en el fútbol profesional. Uno nunca sabe. Quizá el futuro está a la vuelta de la esquina. Es muy difícil decir un sueño.

Dirigir nuevamente a Olimpo en Primera…
Sí, eso sería hermoso.

¿Cómo trabaja Olimpo en Inferiores?
En este momento, estoy alejado. Siempre hubo buenos jugadores pero ves que siempre debutan en la Primera de otros equipos como Bella Vista, Liniers o Sporting y acá no. Eso es un trago amargo y creo que vale la pena que los chicos tengan su chance.

Siguiendo el ejemplo de Olimpo, ¿pensás que un futuro cercano algún equipo de Bahía puede llegar a jugar en los niveles más altos de AFA?
Es muy difícil. Es otro mundo donde si quieren participas y si no quieren, no.
Liniers hace muy bien las cosas en la ciudad pero no llega a competir en ese nivel...
Claro pero todo es duro. El torneo regional es tan duro como el Nacional B. El camino para llegar es muy complicado. Nadie sabe las cosas que ocurren afuera, los arbitrajes, los desgastes que genera viajar tanto. Es muy duro y solo si lo viviste, lo podés saber. Nadie sabe todos los años que nosotros tuvimos que pelear para ganar un ascenso.

Tanto esfuerzo, generó que hoy Olimpo no sea uno más en el ascenso…
Pero cuanto esfuerzo por el club y los jugadores hay. Fueron miles de kilómetros. Es muy duro. Dependés de que un árbitro quiera o no sacar un buen resultado, de un off-side mal cobrado o de un gol mal anulado.

¿Es justo el sistema de ascensos y descensos en Argentina?
No. Siempre le dan ventaja a los de Primera pero, para no quejarse, hay que estar ahí arriba nada más.

LA UNICA SOLUCION ES JUGAR A PUERTAS CERRADAS

En las oficinas de calle Vieytes, Ático dialogó con el Presidente de la Liga del Sur. En una extensa charla, el dirigente bahiense analizó los hechos de violencia ocurridos en los últimos meses en el fútbol local, opinó acerca de la resolución tomada para intentar frenar la ola de violencia y dijo que tiene que existir una decisión política para revertir ésta lamentable situación. Además, Morelli habló sobre la actualidad del fútbol en la ciudad e hizo referencia a los festejos por los 100 años del organismo oficial.

¿Cómo ve la Liga del Sur en este momento?
Honestamente se ha visto empañado el tema deportivo con los inconvenientes que hemos tenido con el tema de los operativos de seguridad y con los hechos de violencia que realmente nos han dejado muy mal. En lo personal, yo estoy muy mal con todo esto y ves a muchos dirigentes que están cansados y abatidos porque, al margen de lo deportivo, todo repercute en el tema económico. No jugar por problemas de organización con la policía o no jugar por estos últimos problemas, significa mucho para los clubes que, dejando de lado algún aporte externo que reciban, el mayor ingreso pasa por la recaudación. No jugar les causa un perjuicio muy grande. La alternativa que teníamos hace unos días, era no jugar porque la policía no te brindaba servicio o jugar así, a puertas cerradas, que es la mejor manera de terminar el campeonato.

¿Cuánto influye en el presupuesto de un club los operativos policiales?
Eso se lo tendrías que preguntar a cada club pero yo lo que te puedo decir es que uno tiene que tener una mirada más grande de la cuestión de la policía. Los torneos de la Liga están cada vez más complicados tanto en el modo de disputa como en el concepto del fútbol en la ciudad porque se ha abierto el espectro de campeonatos. Hace unos años atrás, no había tantos torneos, se jugaba la Liga y había algún equipo en el torneo regional o uno o dos conjuntos jugando instancias superiores y ya está. Ahora, vos tenés cinco equipos jugando fuera de la Liga, quiere decir que vos tenés tres que son locales más siete partidos de la Liga. Llegás a tener diez partidos en un fin de semana y es muy difícil jugarlos y organizarlos.

Entonces, ¿por dónde pasa la solución?
Tenemos problemas fundamentalmente de seguridad. La policía te dice que no te alcanza a cubrir por más que tenga la buena voluntad de cubrírtelos por la cantidad de partidos que se diagraman en la jurisdicción, ya que a veces tenés hasta tres encuentros en una misma jurisdicción y no te los pueden cubrir. Tenés problemas de organización y, al haber tantos juegos, la gente elige. Además, descontá que ahora por televisión se puede ver fútbol de Europa, de Estados Unidos, de Brasil entonces todas esas cosas hacen que la gente vaya perdiendo el interés por ir a la cancha. Eso les repercute a los clubes porque, al bajar las recaudaciones, los costos cada vez son más y, uno de los más importantes, es el de la seguridad. Vos hablás con la policía y te dice que para tal partido, con menos de tanta cantidad de efectivos, no puede cubrírtelo. Entonces esa cantidad, para lo que la gente va a la cancha y lo que recaudan los clubes, es deficitaria. Hay clubes que recaudan 1500 pesos y de seguridad tienen que pagar 2500 pesos y, por jugar un partido de fútbol, pierden 1000 pesos.

¿Por dónde pasa el problema de la violencia?
Me parece que en el tema de violencia sería muy fácil echarle la culpa a alguien. La violencia es general, olvidate de un partido de fútbol. Hay violencia en la calle. El fútbol a veces es un ámbito donde se permiten hechos de violencia porque la gente libera tensiones que no tienen que ver con el juego en sí. Tienen problemas en la casa, problemas de trabajo o de familia y terminan liberándolos en el fútbol. Hoy, agravado con que las barras que antes nosotros mirábamos por televisión y pensabas que eran una cuestión del Gran Buenos Aires, las tenemos medio instaladas acá. No son muchas, no son tan grandes pero ya hay varios clubes que tienen barritas. A veces es complicado y, si a eso le sumas que a veces tenés problemas para armar los partidos porque no alcanza el operativo, entonces tenemos un cóctel grande. Hay que reconocer que en los últimos seis semanas hemos tenido cuatro hechos de violencia, es demasiado para lo que es la Liga. Antes tenías uno cada tanto.

Muchos justifican que, por el hecho de pagar la entrada, la gente puede descargar toda su bronca en la cancha y tiene derecho a hacer y decir lo que quiere, ¿es así?
A mi parece que una persona que insulte en la cancha, aunque no está bien que lo haga, vos podés tolerar un exabrupto en un ámbito donde históricamente el exabruto es parte del folclore. Obviamente, lo que no se puede tolerar de ninguna manera es una agresión. Una cosa es el insulto, que está mal, pero de ahí a tirar una piedra o saltar el alambrado y querer ir a pegar o robarle la bandera, eso está mal. Lo ideal es volver a lo que era antes. Yo cuando era chico iba a la cancha con mi papá y algunos iban con la familia, se sentaban e iban a tomar mate. A veces la realidad te muestra otra cosa, es un problema general, no es un problema de los dirigentes, ni de la policía sino un problema de la sociedad. Ahora vos tenés que poner algún límite sino no se puede jugar más al fútbol. En los últimos partidos hubo hechos muy graves. Te digo la verdad, con los últimos hechos, no se puede jugar más al fútbol y fijate que la medida de jugar a puertas cerradas es una medida durísima pero sirve, primero, para terminar el campeonato y tomar alguna medida para que la gente reflexione.

Se tomó la decisión de jugar a puertas cerradas pero, ¿qué opina de la quita de puntos?
Cuando se toma ese tipo de decisiones, uno tiene que tener en cuenta el ámbito y las circunstancias en las que vos te encontrás. Vos a veces tenés que tomar medidas que no te parecen las ideales pero tenés sólo una semana para decidir porque el campeonato no se puede parar dos meses para hacer un estudio para ver que se puede hacer porque deportivamente sería un desastre. Cuando vos tenés que tomar una medida de un día para el otro a veces se deciden cosas que no serían lo ideal. Lo ideal si uno se pone a pensar es jugar al fútbol para que la gente lo vaya a ver pero si se juega a puertas cerradas que sentido tiene. Pero lo tenés que hacer rápido porque al otro fin de semana tenés que jugar. Se toman ese tipo de medidas que son coyunturales en ese momento, por ejemplo, para poder terminar el campeonato. A mi parece que habría que sentarse y hacer una evaluación un poco más amplia con los clubes, con los dirigentes, con la policía, con varios actores, para tomar decisiones más de fondo.

Incluso se barajó la posibilidad de no terminar el campeonato.
Esa es otra opción que se discutió en la Liga. A mi me parecía que es una barbaridad y la mayoría de los clubes opinaron lo mismo. Vos no podés suspender un torneo que lleva ocho meses por estas cuestiones. Si vos te ponés a pensar, no son todos los clubes los involucrados en estos hechos. Hoy por hoy, en la Liga, hay cuatro clubes involucrados en hechos de violencia frente a quince participantes. Si no terminas el campeonato, estarías castigando a los que no hicieron nada. Vos tomás este tipo de medidas y los que hicieron lío juegan a puertas cerradas y, los que no tuvieron nada que ver, también. Se toman para bajar el nivel de conflictividad, que es lo que quiere el CoProSeDe y para poder terminar el campeonato. Nuestro torneo termina a fines de noviembre y después vos tenés tres meses para ver que hacer en marzo.

¿Esta medida es un parche para terminar el campeonato o tal vez siga el año que viene?
Honestamente te digo, mi mandato termina en diciembre y yo no te puedo decir que es lo que va a pasar. Si vos me preguntas a mi, vos fijate que el ascenso en AFA, hace bastante tiempo que está jugando sin público visitante. Empezó como un parche ante hechos muchos más graves que estos y, hoy por hoy, siguen así. Ellos consideran que les bajó mucho la conflictividad pero eso opinable porque si no hay gente quien se va a pelear. Ahí está el tema. Lo que pasa es que, cuando llegas a una sucesión de hechos como los que se vivieron en este último tiempo, a mi me parece que alguna señal tenés que dar y decís basta, así no se puede seguir jugando. Restan cuatro fechas pero habrá que pensar si esto va a seguir así o que solución se le puede buscar.

A nivel nacional, por los incidentes entre Tigre y Chicago por la Promoción de Primera, decidió jugarse todo el ascenso sin público visitante, ¿no es injusto?
Pero vos tenés que evaluar otra cosa. En ese nivel de competencia, vos tenés que saltar lo que es el deporte del fútbol a lo que es el negocio del fútbol. El negocio en la Argentina, es el fútbol de primera división y sacarle el público visitante implicaba un perjuicio mayor. En primera, los operativos son mayores porque hay más dinero para pagar el servicio y los estadios tienen mayor seguridad. Hay que evaluar todas esas cosas cuando vas a tomar una decisión. No es lo mismo brindar seguridad en la cancha de River, Boca o San Lorenzo que en estadios del ascenso que son mucho más chicos y más precarios. Ahí, se les hace más difícil a los policías para controlar y si elevás el costo de la seguridad, como no se recauda tanto, se hace imposible. Es una cuestión de fondo. Si el fútbol es para que la gente lo mire y no puede ir no tiene sentido. Pero también el que quiera ir a ver un partido y corre el riesgo de que le tiren un piedrazo o que haya violencia, tampoco le gusta a nadie. Hay que reconocer que nosotros tenemos un problema de violencia en la sociedad no son los hinchas de tal club. No es fácil tomar una resolución general. Vos tenés que tomar esto como un parche pero necesitas una resolución más amplia, de nivel político, como en su momento lo hizo Inglaterra debido a los hechos de violencia que tenían. No creo que la solución pase por la Liga, ni siquiera por la AFA. Esto tiene que ser una decisión política. Habría que aplicar a raja tabla la ley del deporte, por ejemplo, no dejando entrar a los estadios a los violentos.

¿Por qué se cambió de decisión con el tema Laspada? La Liga había tomado una determinación y después el Consejo Federal la echó para atrás
Reglamentariamente las ligas son autónomas, manejan su propio reglamento dentro de esas atribuciones y tienen libertad de movimiento. El caso puntual de Laspada, en su momento, cuando se plantea la protesta, el tribunal de penas de la Liga consideró mal incluido el jugador por la documentación que había, se le da por perdido el partido a Olimpo e incluso se va al descenso. Tiro había jugado la promoción con La Armonía pero Olimpo apela porque los fallos del tribunal de la Liga son apelables ante el Tribunal del Consejo Federal. En ese momento, el tribunal revocó el fallo considerando que estaba equivocado el fallo de la Liga por una interpretación que hay sobre el valor del boletín de la AFA. Esto fue importante porque justo definía un descenso pero no es la única vez que el Consejo revocó un fallo de la Liga.

¿Creció la Liga en los últimos años?
El fútbol de la Liga del Sur ha crecido mucho en los últimos años. Pensá lo que costaba antes en la década del ´80 o del ´90. Al principio era distinto porque debías ganar muchos partidos y tal vez perdiendo uno te quedabas afuera del ascenso. En los últimos años, hay muchos equipos de la Liga que han participado de los torneos argentinos y han tenido buenas participaciones, incluso con muy pocos refuerzos. Eso te da la pauta lo competitivo que es el torneo y que, con poco, hacen buenas campañas en todos los certámenes.

Dejando de lado los problemas del año, ¿cómo festejaron los 100 años de la Liga?
(Risas). En lo personal, siempre dije que era un honor y un orgullo dirigir la Liga en sus 100 años de vida. Honestamente, comenzamos con unos inconvenientes (ajenos a lo que es la Liga) con los pases de Mancinelli y Olivi, hubo problemas con los operativos y eso generó conflictos internos entre los clubes y un clima raro para no estar de festejo. Pero, dentro de todo, en la fiesta se hizo todo lo humanamente posible. Nos queda jugar el partido pero, como está la situación con los problemas de violencia, no veo una posibilidad concreta de jugar el encuentro. Se dio un coctel de cosas ajenas. Las cosas pasan, no porque uno quiere sino porque pasan. Uno no tiene más remedio que asumir las responsabilidades y tratar de resolver los problemas.

Es raro que una ciudad tan identificada al básquet tenga una de las Ligas de fútbol más antiguas del país
El básquet marcó una época. Creo que se ha perdido la Liga Local porque buscando mejoras económicas los jugadores se van a competir a otro lado y a lo mejor en el fútbol, al ser más parejo, es distinto. Es un tema que no te puedo responder pero si te puedo decir que es una paradoja.

En diciembre termina su mandato pero, si pudiera, ¿le gustaría seguir?
Terminó el mandato porque por el estatuto es así. En la Liga se reformó el estatuto y antes era de dos años con re-elección indefinida. Ahora, es tres años con una re-elección y yo ya fui re-electo o sea que no estoy en condiciones de seguir. Primero, por el estatuto no puedo y segundo, honestamente, ya llevo cinco años y un poco uno se cansa. Además, creo que es bueno la alternar. Es bueno que se vaya cambiando porque la gente nueva que venga tiene otras ideas nuevas y eso tiene empuje.

¿Cómo le gustaría que lo recuerden en la Liga?
A mi me parece que, en lo personal, en este último tiempo cambió todo por los inconvenientes. Cuando entré a la Liga dije que lo primero que iba a hacer era trabajar y lo hice. Tuve que aprender muchas cosas. Siempre traté de ser honesto con todos y obviamente me equivoqué muchas veces y debo haber tenido más errores que aciertos pero estuve siempre al frente de los problemas. Lo importante es que la Liga siga funcionando, no importa quien esté pero que siga funcionando y que siempre tenga gente que la vaya nutriendo. Ese es el secreto para llegar a los cien años.

viernes, 7 de noviembre de 2008

“MI DESEO ES ESTAR EN EL SÚPER 8”

En el corazón del Osvaldo Casanova, Ático dialogó con Jammal Levy, una de las figuras de Bahía Blanca Estudiantes. En una charla íntima, el panameño habló de la actualidad del equipo bahiense, analizó las posibilidades del Albo en la Liga Nacional y dijo que sueña con ser campeón en Argentina. El ex jugador de Wake Forest, equipo universitario de Estados Unidos, repasó su historia como jugador, habló de sus comienzos en Panamá y contó cuales son sus máximos objetivos profesionales. Jamaal, imperdible.

¿Cómo ves al equipo teniendo en cuenta este arranque que nadie esperaba?
Seguro que nadie lo esperaba. Yo creo que estamos muy bien y es obvio que todo el mundo está contento. Este arranque nos da mucha confianza de que estamos yendo por buen camino. Creo que por más que hayamos perdido el último partido estamos bien de la cabeza.

Le han ganado a rivales como Boca o Peñarol, supuestos candidatos a campeones y ustedes fueron los últimos la temporada pasada. ¿Dónde reside la diferencia entre ustedes y ellos?
Las diferencias afuera de la cancha todos la sabemos por supuesto. Ellos son equipos con bastante jerarquía pero en la cancha sabemos que el trabajo que estamos haciendo con el cuerpo técnico es muy bueno y eso nos da la confianza para que, sea de visitante o de local, tengamos la posibilidad de hacer un buen partido. Yo creo que ahora hemos encontrado una buena racha y la química de grupo es muy buena por eso juntos se nos han dado buenos resultados y arrancando bien, cosas que nadie esperaba.

Los vemos fuerte defensivamente, ¿cuánto influye en esto la preparación física que les da el “Profe”?
Y mucho. Por eso digo que todos aportaron su cuota en el trabajo que hemos hecho. El “Profe” (Claudio Alvarez) es uno de los mejores del país, así que físicamente estamos muy bien. Han hecho una pretemporada fuerte en Sierra de la Ventana. Desde que yo me sumé, fui uno de los últimos en llegar, hemos corrido bastante y tuvimos una buena preparación y creo que a eso se debe gran parte de lo que estamos haciendo defensivamente.

El objetivo que se planteó el entrenador antes del comienzo de la temporada era salvarse del descenso pero, con es te arranque, ¿cambiaron de objetivo inicial?
Para mi, tenemos el mismo objetivo: no descender. El arranque nos ayuda mucho pero todavía nos falta mucho por trabajar y creo que todavía no sabemos que tan lejos podemos llegar pero, más lejos que no descender, seguro. Con el trabajo que estamos haciendo, estamos yendo por buen camino. Nos falta un extranjero más podemos dar bastantes sorpresas que es bueno para el club y para la ciudad también.

¿Donde imaginás a Bahía Blanca Estudiantes al final de la temporada?
Yo creo que en los play-offs, no me preguntes en que posición pero creo que a los play-offs podemos entrar. Tenemos un buen grupo fuera de la cancha, un buen grupo de muchachos que están dispuestos a trabajar. El cuerpo técnico sabe lo que está haciendo. Creo que tenemos un gran grupo de trabajo y estamos haciendo las cosas bien en la cancha, con el plantel completo por suerte. Ojala que todos nos mantengamos saludables y que no haya ningún tipo de lesiones así podemos llegar lejos.

Hablemos un poco de tu vida. ¿Cómo y cuándo empezaste a jugar al básquet?
Uh (risas). De chico jugaba en el barrio, en canchas al aire libre, no cubiertas y después empecé a jugar basquetbol organizado, interbarrial, cuando tenía 7 u 8 años. Luego la Liga de Verano que se hace en Panamá y de ahí seguí, seguí y me enamore del básquet. Además, muchos en mi familia jugaban.

De ahí a Costa Rica y después a Estados Unidos
Exacto. Fui a la secundaria a Costa Rica a hacer noveno y décimo y después fui a Estados Unidos a hacer undécimo y decimosegundo grado.

¿Cómo fue la experiencia de jugar en la NCAA (Liga de la Universidad de los Estados Unidos), porque tuviste partidos interesantes ante equipos grandes?
La NCAA fue espectacular. Fueron cuatro años que voy a recordar para siempre. Basquetbolísticamente, el nivel es muy organizado. Es una de las mejores ligas y el talento que se ve es impresionante. Además tuve la suerte de llegar a una universidad (Wake Forest) con un buen nivel académico y basquetbolístico. Ahí aprendí muchas cosas, hice buenos amigos y tuve la oportunidad de comenzar a tomar el baloncesto como mi trabajo.

¿Te enteraste si te estuvieron mirando para la NBA?
Sí, porque jugando para esa universidad tenes mucha exposición al scouting de la NBA y de equipos de Europa. Cuando me recibí, mi último año de universidad entrené con varios equipos de la NBA, fundamentalmente con Miami Heat (estuvo un mes). Jugué una Liga de Verano en California, con el equipo de pretemporada de Miami y me fue bastante bien pero lástima que no me ofrecieron un contrato. Ese año, ganaron la NBA.

¿Jugaste con Dwayne Wade?
No. El ya era la estrella así que estaba de vacaciones. Me tocó jugar con los que estaban en primer y segundo año, con los que estaban en el equipo de Miami Heat y era muy buena la organización. Pat Riley, obvio, es uno de los más organizados y más estrictos de la NBA. Aprendí mucho de él.

El mundo de la NBA, ¿lo veías como un sueño?
Es un sueño todavía para mi pero soy muy realista. Si sabía que tenía una oportunidad, era mi sueño llegar a la NBA, tenía la chance de jugar frente a los que deciden si vas a jugar en la NBA o no. Eso fue como un sueño hecho realidad para mí porque muchos quisieran estar ahí y, gracias a dios, yo pude y jugué con los Heats. Puedo decir que jugué con ellos, entrené en el mismo lugar que ellos, vi los vestidos de Shaquille (O`neal). Para mi, era un sueño.

¿Qué estudiaste en la universidad?
Casualmente hice la carrera de comunicación y la carrera de español también. Hice dos carreras allá.

Alguno de los que entrenaba con vos en la universidad, ¿llegó a la NBA?
Si, varios. El que es más famoso ahora mismo es Chris Paul que le está yendo bárbaro.

¿Ya pintaba para lo que es ahora?
Si pero no tan rápido. En mi opinión, pensé que le iba a ir muy bien en la NBA pero no tan rápido como le ha ido ahora. Yo sabía que el talento lo tenía, es un jugador que trabaja mucho y afuera de la cancha tiene mucho carisma. Sabía que iba a tener una buena carrera en la NBA pero no tan rápido. Nadie pronosticó que iba a ser una superestrella y estar en el Dream Team y en la temporada pasada ser uno de los que más votos recibió para ser MVP (jugador más valioso).

Estudiantes fue tu primer club en Argentina, ¿cómo llegaste al país?
Sí Estudiantes fue mi primer club. Después que me recibí en Estados Unidos, fui a Uruguay a jugar un mes, después me fui a jugar con la Selección de Panamá y luego llegué a Argentina. Me acuerdo que Guillero Lopez era el entrenador en ese momento y el que me recomendó al club fue Guillermo Vecchio, que era entrenador de mi Selección. Ahí arranqué mi carrera en Estudiantes y sigo aquí todavía.

A la distancia, ¿cómo veías el básquet de nuestro país?
Tenía varios amigos que habían jugado acá, así que sabía que era una Liga difícil, larga tenía varias referencias. Dionisio Gómez y Antonio García habían jugado acá, hablé con ellos y me dijeron que era una de las ligas más competitivas y que ellos pensaban que me podía ir bien. Así que dije está bien y vine.

¿Es bueno el nivel de la Liga Nacional?
Por lo que yo he visto, sí. Es una liga muy competitiva. Es difícil adaptarse. Es una liga bastante larga, con muchos viajes, se juegan dos partidos por semana. Son pocas las ligas que son así de largas. En Europa, se juega una vez por semana y listo. Acá, se pone bastante áspero así que hay que estar fuerte mental y físicamente.

¿Cómo es irte de tu país con 18 años?
Es muy difícil. Mi familia me apoyó mucho pero fue muy difícil. Me fui muy joven de Panamá pero ellos sabían que estaba buscando mi sueño. Amo al básquet y por suerte ellos también, así que entienden que estoy realizando el sueño de ellos a través de mi persona. Creo que el apoyo de ellos fue bastante importante. Panamá se extraña porque hay semanas en las que estoy bajón porque es el cumpleaños de alguien o algo así. Hay que tener la mente bien y tener en claro que es lo que uno está haciendo. Pero tengo el mejor trabajo del mundo, hago lo que me gusta y trabajo cuatro horas por día. Por eso no me puedo quejar y las consecuencias son que estoy lejos de mi familia.

¿Qué costumbres extrañas más de Panamá?
La cultura, la gente, la música extraño mucho. También los amigos y la comida se extraña aunque yo no tengo ningún problema en comer. La casa de uno es la casa de uno y ahí estás cómodo. Aquí me han tratado muy bien, he hecho amigos, me hice amigo hasta de los pibes que están entrenando en menores. Eso lo hace más fácil.

¿Te gusta nuestro país?
Si me gusta Argentina.

¿Cómo ves las costumbres de acá, ¿son muy distintas a las de Panamá?
Si un poco distintas. Me ha tocado vivir en Bahía Blanca que es más tranquilo. Yo soy de la ciudad de Panamá que es un poquito más rápida pero la gente es casi lo mismo. Acá en Bahía me han tratado bastante bien y les gusta mucho el básquet así que es bueno. En la ciudad de Panamá conoces muchos tipos de gente, es una ciudad de muchos turistas y por eso a mi se me hizo más fácil. No sentí mucho las diferencias de culturas.

¿Hace mucho que no vas a tu tierra?
Fui a fines de Agosto. La vi muy bien a Panamá. Está creciendo mucho y espero poder ir a pasar las fiestas allá este año.

¿Tenés sueños?
Varios. Mi sueño es ir creciendo como persona y como jugador también. Personalmente, me está yendo bien. Me gustaría tener mi casa, ver los frutos de mi trabajo y creo que, poco a poco, voy en el camino correcto, tratando de no desesperarme.

Deportivamente, ¿con que soñás?
Me encanta ganar. Soy adicto a ganar. Entre más lejos podamos llegar aquí, mejor. Me gustaría ser campeón en esta Liga. Cuando jugué en Paraguay ganamos la Liga de allá y me sentía espectacular, así que este arranque me trae muchos recuerdos. Las primeras temporadas con Estudiantes han tenido altos y bajos pero este arranque me da tranquilidad. Ganar, para mi, te hace mucho más fácil el trabajo.

¿Cómo ves el nivel de los extranjeros en la Liga?
Muy bueno. Estos extranjeros, fácilmente, pueden ir a jugar a Europa. Regresan a Argentina porque es una buena Liga. Creo que los extranjeros de muy buen nivel han ido a otras ligas y regresan. Creo que la Liga tiene juveniles buenos que van a ir a jugar a otras ligas, nacionales espectaculares y también extranjeros de nivel.

Vos que anduviste por el mundo de la NBA, ¿por qué creés que se abrieron las puertas para tantos extranjeros y mucho básquet FIBA?
La NBA se dio cuenta que también están creciendo jugadores afuera, que las otras ligas también están haciendo ajustes. Cuando les tocó perder algunos partidos con equipos internacionales, se dieron cuenta que el nivel FIBA está creciendo bastante. Además, en la parte de negocios, están buscando globalizar porque saben que hay bastante dinero en Estados Unidos pero dentro de la cancha ven que el básquetbol está evolucionando mucho más rápido de lo que ellos pensaban hace diez años, cuando ellos dominaban el básquet.

¿Por qué el Dream Team se transformó en un equipo ganable?
Pierde jugando en serio. Antes el Dream Team era invencible, la camada que ellos tenían eran todas superestrellas y muy profesionales para esos tiempos y FIBA era otro estilo de juego. Ahora empezaron a evolucionar y con los talentos de hoy son otro equipo. En Sudamerica también fueron evolucionando pero el de Estados Unidos es el mismo y se puede decir que el básquetbol FIBA niveló las cosas.

Agarrás el balón, la volcás y hacés el doble. Después te conceden un deseo, ¿qué pedís?
Uh (Risas). Ahora mismo pediría que siguiéramos esta racha y ojala se repitan cinco partidos al hilo así nos ponemos 10-1 y entramos al Super 8. Ese, sería mi deseo.

“LOS MÁS JÓVENES JUEGAN POR LA PLATA”

En una entrevista imperdible, el ex central de Olimpo recordó toda su carrera futbolística y afirmó que logró mucho más de lo que imaginaba. El Pelado, opinó acerca del momento del aurinegro en la B Nacional, realizó un análisis profundo del fútbol actual y opinó sobre el rol de los padres en la formación de los chicos. Bielsa, Basile, Falcioni, Madelón y Maradona, también formaron parte de una charla imperdible que Ático tuvo con el actual defensor de Sporting.

¿Cómo te sentís en Sporting?
Es como cumplir un sueño porque de chiquito tuve la suerte de estar en todas las categorías formativas y que alrededor haya gente que tenga los valores que tenían mi papá y mi mamá, eso es un recuerdo muy lindo y me parece que es muy importante para la formación de las personas. Así que hoy tratando de devolverle todo eso que me dio el club cuando era chico.

Hoy en día, ¿cómo ves los valores de los más jóvenes?
Yo digo que todo va con la involución de la sociedad porque lamentablemente se han perdido mucho de los códigos de antes. Hoy para muchos la vida no vale nada, salen a robar por dos pesos y no les importa nada si les pegan un tiro o si vuelven con los dos pesos que fueron a robar. Lo que se ve en los chicos es que no ven al jugador grande como “uh mirá este que carrera que hizo, como se esforzó”. Tal vez no tengan inculcados desde su casa que el esfuerzo los va a llevar a dar frutos en lo deportivo sino que tienen expectativas en otras cosas, que tampoco es el estudio. Entonces vos decís, a donde van a ir a parar estos chicos.

¿Puede ser que los chicos se tomen el fútbol como un trabajo y no como un juego, pensando sobre todo en la plata?
A mi me parece que la respuesta de eso está en ir a ver un partido de inferiores. No sé si como un trabajo pero los chicos ven tanta televisión y consumen mucho Messi, Agüero, Tevez y, lamentablemente, los papás que también los acompañan todos los sábados y domingos, les gritan “Matalo, tirale una patada”. Por que no llevás al nene tuyo para que se divierta, aprenda a conocer el deporte y tenga amigos y no pensando que a los diez años te va a salvar económicamente a vos. Cada vez que iba a entrenar con Olimpo a Teléfonos y veía los partidos de las inferiores y escuchaba los insultos de los padres y las madres hacia los árbitros o hacia los chiquitos que tienen la misma edad que sus hijos. Cuesta un montón jugar en las inferiores de un club de Buenos Aires y de 25 chicos que hay en un equipo de esos le hacen contrato a dos. El embudo como se cierra y después de generarle tanta expectativa al chico lo frustras.

¿Los chicos juegan al fútbol para llenarse de plata?
Tal cual. Para nosotros ponerse la camiseta de nuestro equipo en Primera era como un orgullo de sentirte realizado por el esfuerzo que hiciste. Pero me parece que quieren llegar a primera para ganar plata y muchas veces te terminas frustrando porque no llegás, porque tuviste que salir a trabajar y no pudiste ir a entrenar.

Además, también aporta lo suyo la sociedad y el periodismo
Es una lástima que lleguemos a eso. El periodista lo hace porque vende, todo es un negocio. El fútbol es una empresa que da mucho. Entonces, a su alrededor aparecen, por ejemplo, los representantes. Decime para que te sirve el representante. El par de botines que te lo compre tu mamá o un amigo. Por que te dio un par de botines no le tenés que firmar un contrato de cinco años para que hagas lo que él quiera, para que te saque plata. Es así, si te gusta entrás y sino te quedás afuera.

¿Tenes ganas de meterte a dar una mano para que cambie la situación?
No, porque es una lucha que ya no se puede combatir. Podés llegar a algunos papás pero no a todos. Sí me gustaría dirigir algún día pero a gente grande que le pueda decir las cosas en la cara y que cuando cometan un error se lo puedas decir que no se va a ir llorando.

¿Línea Menottista o Bilardista?
Me parece que la línea Menottista caduco, si vos no le agregás un poco de responsabilidad adentro de la cancha, te quedás afuera o perdés. En el fútbol de hoy, no tenés chance. Me parece que vos tenés que dar las pautas de trabajo y ver como las toma el plantel, si entienden o no el mensaje que vos le das. En la vida privada, total libertad, si es un trabajo. Si vos querés salir de joda, hacelo y después veni jugar pero si te va mal y te sacan no te quejes. Ni Menotti ni Bilardo. Después de ellos aparecieron muchos técnicos que mezclaron cosas de cada uno y terminaron haciendo bien su trabajo, como Bianchi y Bielsa.

¿Cómo ves a Olimpo?
Con la alegría de ver que muchos chicos que los tuve de compañeros, incluso cuando me tocó jugar en la Liga del Sur, están dando sus primeros pasos y se le están dando los resultados. Ojalá que vuelva a rebotar como lo hizo en la era de Madelón pero es muy difícil. Ojalá que todo salga redondo pero lo más importante es que Olimpo el año que viene va a tener un grupo de chicos que van a estar en condiciones para formar parte del plantel de primera división, ya sea en la B o en la A.

¿Qué recuerdos te quedan de tu paso por Primera?
Los mejores. El equipo de Alfaro fue el mejor plantel que me tocó integrar. Conseguir el ascenso, ir creciendo con el club, tanto en lo deportivo como económico. Además, tener una relación con la gente que capaz que cuando yo empecé a jugar al fútbol no lo hubiese imaginado, no sólo con el hincha de Olimpo si no con los de cualquier club. Nunca pensé que con las condiciones futbolísticas que tenía yo iba a recibir tantas muestras de cariño adentro de una cancha. Las banderas, la repercusión mediática, la peña de Viedma con el nombre mío, la propaganda que hice.

Y la bandera que decía “Bielsa, Laspada es Argentino”
Esos chicos hicieron la bandera de la cara también, después apareció la que decía “Valdano, Laspada no se vende”, que fue cuando Real Madrid quería comprar a Samuel y Ayala. La hacían en tono gracioso pero provocaba que la gente en Buenos Aires hicieran foco en eso. Después de esa bandera, aparecieron dos millones de banderas pidiendo jugadores pero la primera fue la de los chicos de Olimpo.

¿Bielsa no te llamó nunca, no?
(Risas) No que va llamar, ni para decir hola

¿Te hubiese gustado jugar con un técnico como Bielsa?
Mirá tuve la suerte de tener muchos técnicos y poder darme cuenta que muchos que eran reconocidos, eran unos vagos bárbaros, que muchas cosas salían de casualidad. Me hubiese gustado tenerlo para saber como era porque hay mucha gente que habla muy bien de él y eso quiere decir que trabaja bien.

¿A Basile como lo ves?
Me parece que le da muchas libertades a los jugadores para ser ellos mismos y hoy, lamentablemente, hay tanto ego en los jugadores que por ahí termina jugándole en contra porque no son los mismos chicos que tenía el en el ´94. Eran otros valores. Hoy debe ser muy difícil manejar 20 estrellas.

Hablando de momentos en tu carrera, ¿cómo recordás el gol le hiciste a Instituto el día que ascendieron?
Ya le había hecho uno a Brown de Arrecifes. Lo que tuvo de llamativo fue que el partido ya estaba liquidado pero en el momento que cobraron el foul, era como que la gente que estaba en el Carminatti quería que lo pateara y que lo hiciera porque empezó a cantar mi nombre y esas cosas pasan por algo, eso es el destino. Ese gol hizo que me pasaran todas las cosas que vinieron después. No lo podés olvidar nunca.

¿Fue el mejor gol de tu vida?
Sí. No porque definió el partido sino por todo lo que significó después. Todo lo que yo hice en primera vino de la mano de ese gol.

¿Disfrutaste jugar en Primera?
Sí, siempre. Nunca sufrí estar en una cancha así me cagaran a bailes. Yo estaba disfrutando porque siempre pensé que de mi edad había muchos chicos que querían estar en mi lugar. Aprovecharlo, tratar de cuidarlo pero disfrutarlo.

¿Qué jugador te pegó alguno de esos bailes que decís?
Iarley acá. Ese día la cancha estaba destruida, a mi me gusta analizar la previa y estaba convencido de que la pelota le va a picar para cualquier lado pero siempre le caía para el lado de él y no lo podía agarrar ni para pegarle una patada. Perdíamos 2-0, arrancaba el segundo tiempo pegó Colautti un tiro en el palo y otro en el travesaño pero terminamos empatando. Me parece que para el hincha de Olimpo es el partido que más recuerda como hazaña en primera. Después vino está última remontada de Daniel (Florit) pero, como el resultado final no fue el esperado, nadie se acuerda de eso.

Pero en los dos descensos la gente nunca se fue mal, siempre alentando, agradeciendo al equipo.
En el primer descenso, para mi, la gente se sorprendió. Con Labruna, creo que nadie fue a la cancha pensando que perdíamos. Arrancamos ganando pero bueno, gracias a Labruna, el equipo se fue al descenso porque hizo burradas con los cambios. Y en el último descenso, le iban corriendo el respirador, faltaban seis fechas y estaba descendido. Ya estaba condenado por más que se hizo ese último esfuerzo, que en lo personal, lo hubiese reprochado mucho si estaba ahí, de porque no corriste las 25 fechas anteriores y corriste las últimas cinco.

¿Es verdad que sos muy motivador?
Mirá, Falcioni, cuando perdimos con Chicago 3-0, nos agarro a los más grandes y nos dijo que se iba. Yo no era el más grande pero estaba en ese grupo y me sorprendió que todos se quedaran callados esperando que se vaya. Yo le dije, “la verdad, si te queres ir, andate porque nosotros nos vamos a salvar igual, pero si querés estar en la foto cuando nos salvemos, quedate”. El tipo nos llevó desde Teléfonos hasta el club en auto y cuando llegamos, dijo que no se iba.

¿Cómo reaccionó Falcioni?
El se quedó callado, no dijo nada. Lo que pasa es que después cuando se fue no habló bien del plantel y no me pareció justo. El tenía que estar agradecido de ese plantel porque la gente no sabe lo que pasaba. La gente no sabe que el se quería ir y que los jugadores le dijeron que se quede. No era un tipo tan fácil, tan responsable. El equipo no se merecía que el se fuera hablando como se fue hablando.

En qué partido te fuiste satisfecho, diciendo hoy la rompí
Hoy la rompí, no lo dije nunca. Me gusta leer la crítica al día siguiente. Después del partido con Boca, yo sabía que me habían dado un baile impresionante y al otro día, en el diario Olé, salí como figura. Mostraron las banderas y dijeron que la remontada vino del esfuerzo mío. Esas cosas te quedan grabadas.

¿Te divertía jugar para el rustico?
Sí. A lo último, cuando vi que lo iba a ganar, jugaba para ganarlo. El domingo pasado con Bella Vista, me pasó algo así. Les dije a los amigos que tengo ahí, si me putean les tiro la pelota al medio del barrio y, cuando íbamos ganando, les tiré dos pelotas ahí y no volvieron. Yo me divierto, como sé que otros se divierten haciendo pasar a uno de largo, yo me divierto así.

¿Qué opinión tenés de Alfaro?
Alfaro tiene un gran cuerpo técnico y es un tipo muy prolijo en todo. Es prolijo, serio, educado, muy respetuoso y guarda los códigos viejos aunque el no es tan grande.

¿Madelón?
Madelón tiene que estar agradecido del plantel y de la dirigencia que tuvo en Olimpo porque el hoy tiene en la vitrina de su casa dos trofeos gracias a eso.

Luego del ascenso, ¿por qué se fue?
Por que Ledo lo vio trabajar. Yo si hubiese estado en el lugar de Ledo hubiese hecho lo mismo.
Ya que jugás para el rustico, contanos dos patadas que te hayan gustado
La patada que le di a Rodrigo (Palacio) nunca me di cuenta de cómo había sido. Cuando la vi en mi casa dije “lo podría haber quebrado”. Pero te puedo asegurar que fue sin ninguna intención.
Siempre se dijo que le pegaste porque tenías un problema personal con él
Mentira. Ni lo conocía a Rodrigo. Si de verlo en Bella Vista o Huracán. Tiempo atrás, le había cambiado la remera cuando el jugaba en Banfield. Y que Ledo me mandó a pegarle, es mentira, lo hice de bruto.

¿Te sorprendió algún jugador de Primera División que hayas enfrentado?
Cuando vuelve Maradona a Newell´s, ese día yo estaba en la manga, estaba en las inferiores de Independiente y yo abría y cerraba la manga visitante. Ese día pasó Maradona al lado mío y me dio una sensación que la única vez que se me repitió fue cuando fuimos a jugar con Independiente, cuando lo vi a Agüero. Una sensación especial en el cuerpo. Son distintos.

¿Cómo fue la experiencia de Honduras?
Era la primera vez que iba a jugar fuera del país, iba con mucha ilusión y volví valorando lo que hay acá. El argentino se queja mucho pero Centroamérica es tristísimo. Donde yo estaba no había ni salita médica, si te llegabas a descomponer, no podías ir a ningún lado.

¿Te queda alguna meta por cumplir?
No. Algunos te dirán jugar en la selección pero yo no aspiraba a eso. Creo que las metas mías quedaron muy por debajo con lo que logré. Estoy muy agradecido.

¿Te divertís jugando al fútbol?
Sí y hasta que no me duela todo el cuerpo no voy a dejar de jugar.

Si te tuvieses que dirigir a vos mismo, ¿que te dirías?
Muchas veces el esfuerzo máximo termina tapando un montón de déficit genéticos, innatos. El mensaje es ese tratar de esforzarse todos los días porque estas haciendo lo que todos los argentinos quieren hacer y encima te están pagando.

¿Soñás algún cierre ideal de carrera?
Con un título, sea en la categoría que sea, estando bien físicamente. No como partido final de la carrera. Después vemos como hacemos para jugar ese partido.

¿Jugarías con la camiseta de Sporting o de Olimpo?
Sporting me vio nacer pero Olimpo me dio la oportunidad de cumplir los sueños que tenía de chico y eso es muy difícil. Hay mucho chicos que cuando yo me retire se van a acordar de mi en Olimpo. Por ejemplo, cuando me quebré, el día que me operaron me trajeron una bolsa llena de hojas firmadas por chicos que eran menores y estoy seguro que si las revisas ahora, hay chicos que están jugando en la primera de Olimpo. Esas cosas son impagables.

“LINIERS ES TODO EN MI VIDA"

Si hablamos de Liniers, hablamos de Adrián Echeverría. Cumplidos 100 años de vida, quien mejor que el arquero del Chivo para hablar de la actualidad del equipo de Avenida Alem. El referente máximo del plantel en los últimos tiempos, conversó durante más de una hora con Atico y dejó sus sensaciones acerca del momento que vive el club y su andar por el Argentino B y la Liga del Sur. En una charla imperdible, el “Cabezón” repasó toda su carrera como futbolista, opinó acerca del momento por el que atraviesa el fútbol y dijo que todavía no piensa en el retiro.

Teniendo en cuenta los dos torneos (Liga del Sur y Argentino B), ¿cómo ves al equipo?
Bien. El arranque no fue bueno, hay que seguir trabajando y hay que tratar de mejorarlo. Cuando se tiene un arranque malo, empiezan a llover los problemas de todo tipo entonces hay que trabajar y hacer lo mejor posible para salir de esta situación.

¿Complica jugar dos torneos a la vez?
Si, nos complica. Se dio que, justo cuando tenemos que estar más afilados para arrancar el Argentino, en la última parte del torneo de la Liga nos desinflamos y, quizás si hubiésemos hecho las cosas diferentes, hoy estaríamos hablando de que estaríamos primeros, con un mejor arranque en el Argentino pero las cosas se dieron así. Ahora uno habla porque las cartas están echadas. Ya las cosas se dieron y esto nos tiene que servir como experiencia. Ahora hay que ponerle el pecho, laburar y tratar de levantar.

¿Hacen más hincapié en alguna de las competencias?
No, porque creo la manera de trabajar del cuerpo técnico fue tratar de hacer las cosas lo mejor posible. Le fue dando descanso a algunos jugadores o sacó a algunos para hacer la pretemporada para el otro torneo y nos salió mal. La cuestión es que se trató de darle la misma importancia tanto al torneo local como al Argentino y las cosas salieron mal.

Por donde pasan las falencias de Liniers, ¿por lo anímico o por lo futbolístico?
Creo que este momento es todo un conjunto. No se está jugando bien, eso al jugador lo desmotiva y lo afecta también en lo físico. Uno está acostumbrado a estar en los puestos de arriba y perder tan feo como se perdió con Bella Vista en el torneo local (fue 0-3), eso fue un cachetazo muy duro que hizo mella en el equipo y eso se nota. No queda otra, hay que levantarse, hay que mejorar. Yo creo que con trabajo, poniendo un poquito más de actitud y tirando para el mismo lado se puede.

Liniers cumplió cien años, ¿qué significa en tu vida el club?
Todo. Yo estoy desde que tenía diez años en el club, tengo cuarenta y dos y he pasado toda la vida acá. En estos momentos estoy jugando, estoy trabajando con las divisiones inferiores y dando una mano con los arqueros de las divisiones infantiles. Estoy casi todo el día en el club. Mi vida pasa por estar con mi familia, por estar en casa pero cuando no estoy en casa estoy en el club.

¿Donde buscás la motivación para seguir en el arco de Liniers?
La motivación creo que te la dan los compañeros. Por supuesto que uno todavía tiene ganas de seguir porque me parece que le sigo dando cosas al equipo y porque no estoy haciendo papelones. Creo que cuando los haga voy a ser el primero en darme cuenta y dar un paso al costado. Te motiva mucho tener buenos compañeros, que te hagan sentir bien. En este momento estoy jugando con algunos chicos que hace años los dirigí y te hacen sentir bien, sentís que no tenés la edad que tenés porque estás en el grupo con ellos. Te tratan como uno más, se prenden en las jodas y cuando les vas a hablar en serio te escuchan y te hacen sentir que sos un referente.

¿Pensás en el retiro?
Si desde hace diez años se piensa en el retiro pero uno vive el día a día y siempre cree que puede dar un poquito más. Lo difícil de esto es que tenés que rendir examen todos los días y los domingos más, porque te hacen un gol tonto y dicen que estás viejo, que te faltan reflejos, que ya no entrenas de la misma forma pero si las cosas van bien sos un fenómeno, que experiencia. Es difícil. Cada vez se va haciendo más complicado porque cuando tenía menos años podía soportar eso pero estar en arco y sentir que la gente de tu propio club critica a tus compañeros es difícil y a veces tratas de ponerle la buena voluntad pero cada vez se complica más.

Recién nombrabas a los chicos jóvenes con los que compartís plantel, que quizás cuando vos empezaste recién nacían, ¿cómo hacés para transmitirles la motivación a los chicos que hoy en día juegan más a la Play o ven poco fútbol?
Se trata de enseñarles, de que tomen el ejemplo de uno. Yo estuve lesionado en las últimas semanas, no entrenaba, estaba haciendo kinesiología pero en el horario de entrenamiento estaba, iba a la carrindanga, me sentaba en el banco y hacía presencia para que el pibe vea que el día de mañana si él está lesionado también tiene que venir. Para mi ese es un día de entrenamiento y tengo que cumplirlo. Creo que desde ese punto, les estoy dando un ejemplo aunque no me gusta decir ejemplo porque tengo defectos y virtudes como todos. Lo hago para que el día de mañana no me critiquen y me digan vos hacés lo que querés y no es así. Soy como todo futbolista y si puedo sacar ventaja lo haré y sino acataré lo que diga el técnico.

¿Cómo llegaste a Liniers?
Yo llegué porque mi hermano jugaba en el club. Él es dos años más grande y yo iba atrás de él. Un día fui a verlo jugar, en el otro equipo faltó uno y eran 21. Me preguntaron, dije que si, faltaba un arquero y me mandaron a mí. No hice mal las cosas en ese momento. Siempre me gustó ser arquero pero ese día mi hermano me quemó. Yo no quería atajar porque eran todos más grandes que yo (chicos de 12 o 13 años). No me fue mal porque me invitaron a ir porque había un solo arquero en el plantel y participé del equipo. No te voy a decir que siempre fui un relojito, no siempre fui el primero en ir a entrenar y el último en irme porque hubo momentos, cuando tenía 14 o 15 años, dejé de ir a Liniers porque me había revelado, porque no quería jugar, porque no quería entrenar. Cosas de adolescente, que la noviecieta, que la amiguita pero en su momento me di cuenta que podía seguir y podía dar una mano. En el puesto que estoy yo, uno tiene más vida que un jugador de campo y me di cuenta que lo podía hacer y mientras lo pueda seguir haciendo lo haré. No hice ni más ni menos que lo que hace cualquier chico y tuve la suerte de debutar en Primera con catorce años, cosa que ahora no se puede porque hay más cantidad de chicos, más jugadores jóvenes y es más difícil. En aquella época se traía gente de afuera y si les iba mal se iban a mitad de campeonato y quedaban los del club. Me tocó debutar a los 14 años y algunas condiciones tenía si no hoy no estaría jugando.

¿Te acordás de ese día, quién te hizo debutar?
Me hizo debutar Rodolfo Carapella. Yo con catorce años no entendía nada, me dijeron tenés que ir el domingo al banco y fui. Para mi era como ir a jugar un picado, no tenía problema. Pero cuando fui a la cancha era ir y mirar el partido de adentro. En una jugada nuestro arquero sale lejos, hace un penal, le protesta al árbitro y lo expulsan. Yo seguía en el banco, la inocencia de un chico de catorce años, ni me daba cuenta que tenía que entrar a la cancha, ni me levanté. El técnico, que normalmente estaba suspendido, desde la platea en la cancha de Liners me gritó “dale Adrián que entrás vos”. Me levanté, corrí un poquito, fui al arco, patearon el penal y gol. Valla invicta cero, ni un minuto duré, sonó el silbato y gol. Debuté el 8 de Septiembre del ´80 y, años más tarde, mirando las estadísticas del partido, me di cuenta que jugué con jugadores como el “Titi” Santanafessa, mi técnico de ahora y al lado de Carlos Enrique Gonzaléz, que era una maravilla verlo, era un señor.

¿Practicaste algún otro deporte en Liniers?
No. Mi vida solo pasó por el fútbol. De chico, mi vida estaba en el Club La Armonía, mi viejo tenía la cantina. Yo iba de mi casa a la escuela, iba a Liniers a entrenar y de ahí a La Armonía. Ahí hice de todo. En esa época lo podía hacer porque no había tanta presión para entrenar como ahora. Antes no había pesas, era ir a entrenar, nos tiraban una pelota y nada más. Ahora en menores se trabaja la técnica, lo físico y la táctica para que el pibe cuando llegue a primera ya esté metido. Por eso hay tanta deserción. Los chicos que tienen 14, 15 años y ven que no tienen la posibilidad de ser titulares dejan de entrenar y dicen “para que voy a ir si no juego”. Hay que darle más diversión a los pibes, no ser tan profesionales. Salvo en Olimpo y Villa Mitre y ahora los equipos que estamos en el Argentino B, el resto es todo más amateur

Sin embargo se trabaja mucho con la técnica o táctica pero hoy en día se dice que en el fútbol hay poca técnica ¿por qué se da eso?
Porque es demasiado físico. Antes se notaba más la técnica porque se corría mucho menos. Un jugador hacía un pase de 30 metros y su compañero la recibía paradito, ahora el mismo pase se hace corriendo y el receptor igual. A eso hay que sumarle que el contrario te viene chocando, haciéndote foul, tratando de ganarte la posición. Al ser mucho más físico se nota menos la técnica pero hay jugadores que tienen muchísima técnica. Se trabaja en la semana, normalmente una o dos veces, para pegarle mejor a la pelota, se trabaja con los arqueros, el remate. Se trabaja todo pero se nota menos porque es mucho más físico.

¿Recordás algún gol que te hayas comido vos?
Hay muchos pero el que más me acuerdo fue en la cancha de Olimpo. Fue un centro de tiro libre de Mansilla (un zurdo que le pegaba muy bien), la pelota se iba abriendo, salgo del área chica a buscarla, me pega en la mano y se mete en el arco. Si yo la dejaba se iba afuera a cualquier lado pero fue gol. Siempre te hacen goles que como pueden ser.

¿Y algún partido en el que dijiste hoy la rompí?
También hay varios. El día que jugás bien te acordás siempre pero el que jugás mal o haces una macana te acordas pero no la contás. Hay varios partidos, quizás el que jugué contra Villa Mitre en el ’92, que nos termina ganando el campeonato por un punto. Ese año tuve muchos partidos buenos, incluso en la final atajé muy bien pero terminamos perdiendo 1-0.

A futuro, ¿se puede pensar en Liniers en Primera División de AFA y dejar de ser tanto el semillero de otros clubes?
Sí pero habría que ver, es muy difícil porque los torneos son muy competitivos, muy costosos. Nosotros estamos jugando el Argentino B y cuesta mucha. El año pasado, el club invirtió bastante para clasificar y hacer las cosas lo mejor posible pero quedamos afuera llegando primeros en la zona junto con otros equipos. No tuviste ni la fortuna de jugar con alguno mano a mano para definir y decir porque quedamos afuera. Acá, por un reglamento quedaste afuera, pasaron los mejores 16 equipos y nosotros en la tabla general estábamos octavos pero en la zona nuestra justo nos tocó quedar afuera. Entonces es muy difícil porque el club hace una inversión y si quedás afuera el próximo año va costando más que ahora.

¿Mirás mucho fútbol?
Sí pero no tanto como tendría que mirar. Estoy muy poco en casa. A la mañana trabajo en la Municipalidad y a la tarde estoy en club, entonces cuando vuelvo quiero desenchufarme y disfrutar de mis hijos y mi nieto. Me perdí muchas cosas de ellos por mi profesión. Quizás por eso no miro tanto fútbol. Sí miro los partidos importantes, la selección o algún partido de Independiente, cuando vamos bien (risas). Pero trato de mirar poco fútbol y disfrutar más de la familia.

En la Selección, desde tu visión de arquero, ¿está el uno?
No. De todos los que hay ahora me quedo con Abbondanzieri porque tiene una experiencia hecha. Carrizo atajó bien en la selección y en River pero también tuvo malos partidos. No tenemos un arquero indiscutido como en su momento fue Fillol. Desde que yo tengo uso de razón, Fillol fue el último gran arquero que tuvimos. Para dentro de unos años, el arquero que más me gusta, es Romero, el ex Racing.

Cuando parás la pelota y mirás para atrás, ¿que recordás después de tantos años en Liniers?
Quizás te vas acordar más de compartir esto con los que uno quiere. Creo que lo primero que voy a recordar es de mi familia, de mis viejos que siempre me apoyaron y nunca me pusieron palos en la rueda para ir al club, al igual que mi familia y mis hijos. Ellos siempre me apoyaron, van a la cancha y sufren como cualquier hincha.

¿Soñás algún broche de oro para tu carrera?
No. Siempre pienso que me gustaría retirarme saliendo campeón o ascendiendo a una categoría mayor. Cuando salimos campeones y subimos al Argentino B, quizás ese era el momento y dije no, si logré esto puedo lograr un poquito más. A la edad que tengo quiero disfrutar el día a día, cuando me canse, cuando me pase algo que no pueda jugar y tenga que decir basta, ese será el día y listo. Pero no me pongo a pensar como será el final ni me pongo una meta. Las cosas se siguen dando bien y sigo jugando, capaz dentro de quince días se me pianta el moño y digo no quiero jugar más. Ahora quiero seguir entrenando día a día y nada más

Por último ¿querés decirle algo en particular a la gente de Liniers?
Yo para Liniers lo único que tengo son palabras de agradecimiento porque siempre me trataron de la mejor manera. Siempre me dieron todo de la misma forma que yo les di todo, fue recíproco. Yo estoy muy agradecido por que se trata a mi y a mi familia, nos tienen muy bien. Les agradezco por abrirme las puertas para que estuviera ahí y pudiera trabajar y por seguir aguantándome todavía.

“LA LIGA Y YO NO ESTAMOS ECHOS EL UNO PARA EL OTRO”

En las oficinas que posee El Nacional en calle Chiclana, Atico dialogo con Juan Andrés García. En una charla íntima, rodeado de videos de básquet, el técnico del Celeste repasó su carrera como entrenador, habló a cerca de la actualidad del equipo y sobre el futuro suyo dentro de la entidad local. Además, analizó el momento que viven las formativas bahienses, destacó a Liniers por el trabajo que realiza en menores y dijo que es el modelo a seguir para mejorar el futuro de nuestro básquet. En una entrevista imperdible, el entrenador local se mostró auténtico y dejó varias frases para la reflexión.

Para el armado del equipo, ¿tenías jugadores en vista o llegaron los que pudo traer el club?
La historia empieza cuando termina la temporada anterior. De la otra temporada nos interesaba retener a dos jugadores: Djibril Kanté, con el cual estuvimos dos meses de idas y venidas con el tema de mejoras laborales y económicas. Él se fue a Estados Unidos, al tiempo cambió de agente, le apareció más trabajo, parecía que se iba a España, que se volvía y al final firmó con Atenas. Y el segundo era un nacional, Federico Ferrini. Con la oferta de Atenas se hizo inviable para nuestra economía. A partir de ahí, siempre los clubes de mitad de tabla hacia abajo (económicamente hablando) tienen que esperar que los clubes de arriba fichen sus jugadores, cuando ellos terminaron y creyeron que era lo mejor, ahí salió El Nacional. Lo primero que se cubrió fue a Ferrini, con Sebastián Castiñeira. Después a Kanté con Dionisio Gómez y, por último, en lo que nos quedaba, que eran el 2 y el 4, era obvio que íbamos por jugadores extranjeros en lugar de Patricio Rodríguez y de Pablo Barrios. Después nos quedamos con jugadores del club como Ramiro Heinrich, Alexis Elsener en la rotación y conseguimos un relevo como Facundo Venturini, con el que estamos muy contentos. En la base, nos quedaba Gastón Torre o Federico Sureda pero optamos por Torre y terminamos de armar el equipo.

¿Estás conforme con el armado del equipo?
Sí. Sin dudas. No te lo digo porque tenemos “más que” o “más potencial que” sino porque en esta liga tan capitalista, tan meramente económica en muchos aspectos, donde el 60, 65 o quizás el 70 por ciento de la competición se resuelva en el fichaje. Porque si vos hacés una tabla de posiciones, es muy difícil que falles en cuanto a los puestos. Habrá una sorpresa y una decepción pero el resto es pura lógica. Entonces en esta liga, cuando vos consigas jugadores que vengan a trabajar con compromiso, que cedan posiciones deportivas y económicas, que vengan a un club de corte austero de trabajo y de salario y que sean tan trabajadores como los que vinieron es realmente para valorar. Estamos muy contentos con eso.

En lo económico, ¿cuándo ocurrió el cambio en las cifras de los nacionales?
Nuestra competición no tiene reglas. Los midgets tienen, se cambian tantas veces el juego de cubiertas; la Fórmula 1 también tiene reglas. La NBA tiene un tope salarial. Los equipos no gastan lo que tienen sino hasta cierto límite. Nuestra competición no. Debemos ser más ricos que las demás competiciones entonces estamos sin reglas, el que junta diez puede gastar diez y compite de igual a igual con el que puede gastar uno. Eso igual que el fútbol y tampoco están parejos porque de una vez que sale campeón Lanús, Boca sale diez. Pero supongamos que sobran futbolistas en Argentina entonces podés hacerlo pero en el basquetbolista, sin protección, este mismo sistema hace que los poderosos sean más poderosos y haya muchos equipos cuya declamación sea que juegan por la permanencia. Y en eso estamos nosotros y lo decimos abiertamente. El tema es que jugar sin reglas, sin tener un torneo arreglado en lo económico, los que deberían ganar la competición son los poderosos. Pero todos quieren ganar la Liga, por eso a Leo Gutiérrez lo buscan todos y lo buscan todos los mejores. Entonces los diez mejores no tiene ofertas sino sobreofertas y cada una va mejorando la anterior. Nuestra competición, con los ingresos que tiene, daría tranquilamente para que los clubes ganaran dinero pero tomense el tiempo de averiguar si lo ganan al final de la temporada.

¿Qué opinión tenés a cerca de inclusión del tercer extranjero?
Es un paliativo, potestad de los clubes. No veo por que deba ser queja de los demás estamentos como ha sido, del estamento jugadores, del estamento entrenadores, del estamento periodistas. El único estamento que genera y arriesga el dinero, es el dirigencial y si ellos consideran que la medida es viable, esta bien. Si traen a plata de un jugador nacional un extranjero y lo traen con opción no garantido, de modo tal que si tiene una lesión puede haber otro. No cualquier institución deportiva resiste lo que resistió Regatas Corrientes, de perder tantos meses lo que era su mejor ficha, Alejandro Montecchia, y salir a pagar otra al mismo tiempo que seguía pagando la anterior. Esa situación no es para cualquiera. Entonces si los dirigentes creyeron positivo esto, dejémoslo probar y a fin de la Liga veremos si fue positivo. Como entrenador, prefiero dirigir más nacionales y menos extranjeros. Creo que el que juegue con tres extranjeros no tendrá ventaja sino que es un paliativo para conseguir el quinto titular que no podés tener dentro del mercado nacional.

Hablando de extranjeros, hace poco que ficharon al último foráneo, Donzell Rush, ¿cómo lo ves en las primeras prácticas?
La llegada es buena. Uno tiene los antecedentes del jugador y el presente. Sus antecedentes hablan bien de él, un jugador de oficio, de rol, de equipo. No va a ser goleador porque no lo es. Pero su presente es muy bueno, llegó en forma para entrenar, a la media hora de la práctica no pidió salir, no está excedido de peso. Vino con la mente abierta, de modo tal que lo felicitamos porque, después de tres primeros entrenamientos, ya estaba en conocimiento del juego del equipo y eso habla de una persona importante en el aspecto intelectual. Ahora falta la otra parte que es la inserción deportiva y finalmente el rendimiento deportivo, de eso se trata.

¿Cómo llegó el equipo al arranque de la Liga?
Creo que todavía tiene más potencial que presente. Hicimos alrededor de cuarenta prácticas y pensé que iba a ver algunas cosas más desarrolladas. Creo que el equipo va a necesitar tiempo. El año pasado pedimos diez partidos de tolerancia y este vamos a pedir casi veinte. Vamos a necesitar ese tiempo para ir forjando el equipo con tranquilidad. Y, a nuestra gente, le pido que quiera mucho al equipo y que no haga comparaciones con el anterior porque no está más. Ahora está este. Flaco favor le haríamos si estuviésemos diciendo que Venturini no juega como Ferrini o Rush no juega como Kanté. Queremos mucho apoyo y cariño para estos jugadores que han decido tomar este desafío.

Quizás ahora no hay tantas individualidades pero tal vez se juegue mejor en conjunto y se obtienen más resultados.
Quizás se juegue más ordenado que el año pasado, esa es una de las apuestas.

¿Y cómo se le explica a ciudad como Monte Hermoso, no tan familiarizada con el básquet, que a este equipo hay que esperarlo?
Monte Hermoso tiene la particularidad de que, no solo conoció la Liga de repente (El TNA primero y la Liga después) sino que vivió dos años de plenos éxitos, casi irrepetibles como le pasó a Estudiantes de Olavaria o a Gepu en su momento. Pasás de la nada, podríamos decir, a ver un equipo exitosísimo de TNA (perdimos un partido en siete meses de local), que ganó el ascenso y el campeonato. Después repitiendo en la A pese a que dijimos que nos tengan paciencia en la segunda temporada, que iba a haber muchas derrotas pero terminamos haciendo un buen torneo. A la gente le falta conocer la nueva cara: primero querer al nuevo equipo porque se habían encariñado con algunos jugadores que, después de dos temporadas, habían pegado un buen feedback, una buena relación; y segundo, saber esperarlo. De eso se trata.

Analizando la reciente Copa Argentina, ¿qué equipos o jugadores te sorprendieron?
Jugadores no muchos salvo algunos extranjeros que no conocíamos. Nos impactó mucho (David) Jackson de Peñarol. Realmente es un jugador de equipo, que logra lo que todo entrenador quiere, que un jugador mejore al equipo. Tiró, anotó y ví que ayudó mucho al base a trasladar la pelota.
En cuanto a los equipos, los cuatro son impactantes porque tienen un alto nivel de juego y una gran profundidad en el banco. Es admirable como en un momento Atenas estaba jugando a un buen nivel y en el banco tenía a Gutiérrez o Boca, que en el banco tenía a Raymundo Legaria o Mark Bortz. Son equipos profundos y por algo llegaron donde llegaron.

¿Creés que Atenas está un escalón arriba que los demás?
No. No me parece, creo que los siete u ocho de arriba están muy fuertes y se ha indicado a Atenas como gran candidato pero nos olvidamos que Libertad jugó sin sus extranjeros y tiene más potencial que el año pasado porque al equipo le agregó a Gustavo Oroná y un segundo año de trabajo. Además, Boca finalmente va a dar con sus extranjeros; Regatas Corrientes no saltó a la pista y es el campeón de la Liga Sudamericana. Pienso que nuestra Liga es impredecible en esto.

Justamente, previo al arranque de la Liga, salieron unas predicciones que lo ubican a El Nacional en octavo lugar, ¿a eso apuntás?
Traemé papel que firmo ya. Eso es un sueño. El equipo tiene que hacer pie en la categoría y salvarla y, si eso está cubierto, cuando termina la Liga vamos a decir que cumplimos. Si se cubre antes y lo logramos sin sufrimiento, mejor. De 44 partidos de la serie regular, el año pasado, El Nacional, que fue indicado como el equipo revelación, con el jugador revelación, en la fecha 39 ya habíamos asegurado la categoría. Matemáticamente había una tendencia muy a favor pero tuvimos que esperar hasta las últimas seis fechas, entonces quiere decir que no es tan fácil y que asegurar la categoría no es un tema menor.

¿Cómo analizás la actualidad de Bahía Blanca Estudiantes?
Estudiantes está bien. Yo lo veo mucho mejor que la temporada pasada porque salió del famoso segundo año de la A, que es un año de quiebre. Repite a Marcelo (Richotti), lo cual no habla de un entrenador nuevo sino de uno que hizo un cuarto de temporada. Aparte que, cuando salís de terapia intensiva, todo lo que viene es mejor.

Hoy, en la segunda fecha, juegan el clásico, ¿lo tomás como algo especial o como un partido cualquiera?
A mi parece que la gente lo toma de acuerdo a lo que consume en los medios y para los medios va a haber más centímetros, más imágenes, más notas, más gente en la cancha. También parecerá que si ganaste, ganaste más que un partido y si perdiste, perdiste más que uno pero sabemos que no es así.

Hablemos un poco de tu carrera. Fuiste subiendo escalones desde las formativas hasta la Liga, ¿te falta algo más?.
Me faltan sueños para saber para donde sigue esto. Creo que la Liga es muy linda pero es muy estrepidante, muy vertiginosa y creo que no estamos hechos el uno para el otro. Hice estos años de experiencia (los de TNA y el de Primera) pero creo que en un breve tiempo más supongo que el club me va a necesitar en otra función, por ejemplo, volver al torneo local y para eso estaré preparado.

¿Cómo ves el torneo local?
Muy bueno como siempre pero en el elogio está la crítica. Cuando uno dice como siempre, que el torneo local está como hace unos años, diría que ya debería dar pasos adelante. Lo alabo deportivamente, hay mejores cuerpos técnicos, todos tienen insertos el preparador físico, el gimnasio y la pretemporada. Incluso he visto equipos que han hecho doble turno y eso es positivo. Pero nuestra Liga local adolece de lo que son las estadísticas. Nadie sabe quien es el mejor rebotero del campeonato o el mejor taponador y llevarlas es algo sencillo. Creo que con eso y la filmación de los partidos estariamos varios pasos adelante. Le daríamos material a todos los equipos para que jugaran mejor y el espectador, por el precio de la misma entrada, vea un mejor espectáculo.

Hay muchos jugadores que vienen a los clubes locales provenientes de las ligas de mayor competición en el receso de sus torneos. ¿Eso complica o beneficia a los equipos?
Creo que para algunos jugadores es algo nostálgico y conveniente en lo físico.
Puede complicar al equipo si no tiene en claro que juega algunos meses de una forma y los otros meses de otra. Uno está acostumbrado a que tiene que poner lo mejor al final pero en este sistema, debes poner lo mejor al principio y después resistir. Pero algunos le ha salido bien.

Bahía es la Capital histórica del Básquet pero algunos periodistas, teniendo en cuenta sólo los resultados deportivos de Bahía Blanca Estudiantes y El Nacional en la Liga, ponen en duda este rótulo. ¿Qué opinión tenés sobre el tema?.
En realidad no me preocupa la denominación o el título. Mañana tenemos el título, ya lo guardamos en la vitrina y lo hacemos ya no un título sino un trofeo. Tenemos el trofeo o la estatua que somos “La capital del básquet” pero el tema es que hacemos después. Mientras nos quedemos en sí somos o no la Capital, si el trofeo es nuestro o no, no damos el paso adelante. A nivel selecciones, a nivel torneo locales, a nivel reclutamiento de chicos, creo que es positivo que se hayan mejorado algunos estadios (el piso, la iluminación, gimnasios). Son pequeñas mejoras pero deberíamos apuntar a eso y no a ver si el resto del país piensa eso o estar declamándonos nosotros mismos de esa manera. Sería bueno preocuparnos por lo que viene.

Qué crees que falta, teniendo en cuenta el semillero que es Bahía, para que los equipos de Liga (Estudiantes y El Nacional) no salgan a buscar tantos jugadores afuera y conformen sus planteles con nombres de nuestra ciudad
Es muy buena la pregunta. Yo creo que necesitamos, básicamente, reconocer que esta es una Liga Nacional de clubes y no de ciudades. Uno quiere que en Ben Hur estén los jugadores que nacieron en Rafaela y no es así. Solamente puede tener cierta identidad Córdoba y como provincia no como ciudad, porque tiene jugadores de San Francisco, Villa María, Morteros. Pero, para contestar la pregunta, acá necesitaríamos reclutar mejor calidad de jugadores. A veces estamos manteniendo un grupo de 20, 30 o 40 semiprofesionales que ayudan en el torneo local pero con ese dinero se podría contratar jóvenes talentos. Hoy no es fácil, todos los equipos de Liga buscan chicos. La segunda cosa, una vez que estos jugadores estuviesen insertos en el básquet, hay que tener en cuenta que es un salto grandísimo del torneo local a la Liga Nacional, por lo tanto es altamente probable que los jugadores no lleguen. Los clubes deberían hacer lo que está haciendo Liniers, jugar torneos provinciales, jugar la B, el torneo local y así los jugadores tienen pasos intermedios.
Sí a Liniers le va bien, puede ser el puntapié para que otros clubes se animen a hacer lo mismo
Le tendría que ir bien en lo económico porque en lo deportivo seguro que va a dar pelea. Es un equipo organizado y va a estar a la altura de los mejores equipos de la provincia de Buenos Aires pero le tiene que ir bien en lo económico porque esas cosas tienen efecto de contagio. Me acuerdo un año, jugaron seis o siete equipos de Bahía y los últimos años no jugó ninguno. Tengo mis reservas sobre tema. Los dirigentes están criados para jugar con clubes que están a cuadras de distancia y nuestra ciudad es bendita en eso. En la ciudad Neuquén, por ejemplo, hay tres clubes y hay que viajar 270 kilómetros a Zapala, 40 a Roca y 80 a El Chocón para jugar. No es fácil para los clubes que tienen que hacer eso todos los fines de semana. Acá no viajamos, es un gasto que nadie tiene previsto y asusta mucho. Si a Liniers le va bien habrá efecto de contagio.

¿Que sueños te faltan?
Me están faltan algunas metas. Después de esta experiencia, volver al torneo local puede ser una alternativa. No tengo planeado ni se me ocurre irme a otro lado porque me he ido y no he sido feliz. La verdad que no sé. Tengo unas preguntas conmigo mismo y como no tengo las respuestas no te las puedo dar. Pero no me imagino un futuro lejos de El Nacional