sábado, 20 de diciembre de 2008

RACING VUELVE A VOTAR

En una jornada para recordar, hoy los hinchas de la “Academia” vuelven a elegir nuevamente a los dirigentes que guiarán el futuro de la institución. Después de 10 años de gerenciamiento y a pocos días de haberse levantado la quiebra, más de 5800 socios regresan a las urnas y tendrán que decidir entre cinco listas distintas. El pueblo de Racing, club sufrido si los hay en nuestro fútbol, retorna a la Democracia.

Si hay un club del fútbol argentino que ha pasado por todas las situaciones imaginadas, desde las más lindas a las más feas, ese club tiene nombre propio: Club Atlético Racing Club. La “Academia” es, sin dudas, la institución más extraña y sufrida del país. Las épocas de gloria del “Racing de José” campeón del mundo, el descenso a la segunda división en la década del `80, la quiebra realizada por Daniel Lalín en 1998 y el histórico título logrado en el 2001 de la mano de” Mostaza” Merlo, ya son parte de la historia. El presente de Racing, deambulando en la mitad de la tabla del último Apertura, son las elecciones y la posibilidad de poder votar tras varios años de gerenciamiento.

Los hechos trágicos por los que tuvo que atravesar la institución de Avellaneda, fueron y son inéditos en nuestro país. En apenas una década, ocurrieron muchos acontecimientos que marcaron a fuego la vida de todo el pueblo racinguista: la quiebra pedida por Daniel Lalín (nuevamente candidato a presidente) el 13 de julio de 1998; la formación de un equipo perteneciente a una institución que afrontaba su segunda convocatoria de acreedores; la declaración de la síndico Liliana Ripoll, quien quedó a cargo del club por pedido judicial, para quien Racing Club Asociación Civil había dejado de existir debido a un déficit que no cesaba; el redoblante que estalló en el tabique nasal de Lalín el 4 de marzo de 1999; un Clausura 99 en el que la Academia jugaba previa autorización de la Justicia; un gerenciamiento presentado como rescate emotivo; el Apertura 2001 que fue lágrima de emoción; la pésima gestión de Blanquiceleste al frente de la institución (una empresa que se llevó más de lo que puso); y, por último, este año la destitución de la gerenciadora por manejos irregulares y el equipo, como consecuencia natural, ubicado a una derrota del descenso en la Promoción de junio jugada frente a Belgrano. En poco más de 100 años de vida, ¿podría haberle pasado algo más a Racing?

Pero, como dice el dicho, siempre que llovió paró (más que una lluvia fue una serie de fenómenos naturales los que pasaron al club). Por suerte, para todos los hinchas de la Academia y del fútbol en general, el pasado jueves, vaya casualidad justo en el día que se cumplía el aniversario 25 del descenso de Racing en manos de su homónimo de Córdoba, el club pudo levantar la quiebra, con buena parte del dinero que Racing Asociación Civil había acumulado antes de la llegada de Blanquiceleste. El Juez Enrique Gorostegui, una especie de monstruo que llevó el expediente desde mitad de los 80, firmó la histórica resolución.

Y, como si esto fuera poco, la noticia llega justo tres días antes de las elecciones. Como suele ocurrir en varios ámbitos de nuestro país, parece que las cosas suceden por contagio. En los últimos días en nuestro fútbol, gracias a Dios, los hinchas de dos instituciones grandes recuperaron la democracia dentro del club y los hinchas pueden volver a votar después de varios años de marginalidad y poder de decisión. La semana pasada fue el turno de Newell´s, quien después de 14 años de dictadura del “General” López volvió a las urnas y consagró presidente a Guillermo Lorente y hoy le toca a Racing.

A partir de mañana, sea quien sea el nuevo presidente, comienza a escribirse una nueva página en la increíble historia de la Academia. Las flamantes autoridades que asuman el poder se ya no podrán contar con los 8 millones de dólares que tenía Racing su cuenta, antes de la llegada del gerenciamiento. Ese dinero se fue consumiendo y los nuevos dirigentes contarán con dos millones de dólares. De ahí salieron los billetes para el funcionamiento corriente del club, entre los 6.800.000 pesos de la cuota final para levantar la quiebra, cinco para gastos del proceso judicial y el déficit operativo generado por el fútbol profesional (aproximadamente 1 millones de pesos mensuales). En síntesis, los 8 millones de dólares se redujeron en un 75%. Además, otro dato para tener en cuenta, es que todavía resta liquidar un segundo tramo de la quiebra aún no verificado de 22.300.000 pesos, suma que se estima se podrá reducir hasta en un 60% y que el Organo Fiduciario estará a cargo de pagar. Para eso, el club colocó, como garantía, nada ni nada menos, que hipotecas sobre sus sedes, una en Avellaneda y otra en Villa del Parque. Lo único que le falta a Racing, es que le rematen parte de su patrimonio histórico.

Pero ese será tema para más adelante. Lo importante en este momento, es rescatar este hecho histórico para los amantes del fútbol. Por suerte y coincidentemente con el aniversario número 25 de la recuperación de la Democracia en nuestro país, el deporte más lindo del mundo da señales de vida. Newell´s y Racing dejan atrás un pasado inmediato nefasto para su vida institucional y social y comenzarán, con el correr de los meses, a transitar un nuevo camino. Los hinchas vuelven a elegir legítimamente a sus representantes y festejan, después de muchos años de anarquía, la vuelta a las urnas. Pero no hay que olvidar. Lo que pasó, pasó y debe estar bien presente en todos los simpatizantes para no volver a repetir los errores del pasado. Viva el fútbol.

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