miércoles, 2 de julio de 2008

FURIA ROJA

Tuvieron que pasar 44 años para que España volviera a ganar un título importante a nivel selecciones. El equipo de Luis Aragonés derrotó 1 a 0 a Alemania en la final de la Euro y levantó el trofeo más relevante del Viejo Continente por segunda vez en su historia, la anterior en 1964 como país anfitrión.
Cuando todo hacía indicar que, nuevamente, como suele ocurrir en este tipo de competencias, el más poderoso se iba a quedar con toda la gloria, Fernando Torres, goleador del Liverpool, apareció en escena y amargó a todo el pueblo alemán. El “Niño”, quien había tenido un flojo desempeño en la competición, marcó el único gol del encuentro y Viena, para sorpresa de propios y extraños, se vistió de Rojo y se escucharon como nunca las estrofas de la Marcha Real.
Por suerte para todo el mundo futbolero, parece que esta vez no se dio la lógica. El más poderoso, no le ganó al más débil. En Austria se impuso el equipo que mejor juego mostró durante la Euro y el conjunto que más merecía quedarse con toda la gloria.Esta vez, las palabras de Franz Beckenbauer, uno de los mejores defensores de la historia y actual presidente del Bayer Munich, no tuvieron validez. El “Kaiser”, como lo llamaban por su presencia dentro de la cancha, definió al deporte más popular de todos “como un juego en el que siempre ganan los alemanes”. El 30 de Junio, en Austria, la historia no se repitió. España derrotó a los dirigidos por Joachim Loew y gritó campeón por segunda vez en la Euro.

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