domingo, 7 de septiembre de 2008

¿Y SI JUGAMOS CON DIEZ?

En la fría tarde de ayer, Argentina tuvo que sufrir demasiado para poder conseguir un punto frente a la dura Selección de Paraguay. Después de un primer tiempo para el olvido, en el que se terminó 1 a 0 abajo en el marcador y con un hombre menos por la expuylsión de Tévez, el equipo dirigido por Alfio Basile pudo revirtir la situación y empatar el encuentro, gracias al ingreso terrible de Sergio Aguero. El Kun marcó el tanto de la igualdad y se llevó todos los aplausos. Argentina lleva cuatro partidos sin poder ganar, con cuatro empates consecutivos, tres de ellos, sin poder marcar un sólo tanto. Así no.

Frío, lluvia y, por sobre todas las cosas, muy poco fútbol, fueron los condimentos principales de ayer por la tarde en el Monumental. Con un estadio casi repleto (se vendieron todas las entradas que salieron a las boleterías), Argentina jugó uno de los peores partidos en el Era Basile (junto con el de Ecuador) y tuvo que sufrir muchísimo para poder rescatar un empate frente a la compacta Selección de Paraguay, única líder de las Eliminatorias.

Ante más de 45 mil espectadores, la Selección siguió demostrando demasiadas falencias sobre todo en la creación de juego, pese a juntar a varios jugadores de buen pie, como Riquelme, Messi, Di María y Tévez. A pesar de haber presentado en cancha a la mayoría de los futbolistas que lograron la dorada en Beijing, esta versión nacional nada tuvo que ver con los players del Checho. En el peor primer tiempo de los últimos años, los dirigidos por Coco comenzaron bastante bien los minutos iniciales del encuentro pero, a los 12, se encontraron con la primer desgracia la tarde: Heinze calcula mal, marca un gol en contra y, como si esto fuera poco, Abbondanzieri sufre un corte profundo en la rodilla derecha producto del choque con Haedo Valdéz, queda lesionado y debe ser reemplazado por Juan Pablo Carrizo. 1 a 0 abajo y cambio de arquero. Y como para terminar de complicar la tarde, minutos más tarde, Carlos Tévez va al choque con el lateral Berón y ve merecidamente la roja por una fuerte plancha sobre la rodilla de su adversario. Segunda roja consecutiva del Apache (la anterior frente a Colombia). ¿Podía pasar algo más en apenas 30 minutos?.

Para estas alturas, en el Monumental lo único que se escuchaba era un silencio sepulcral. Los hinchas argentinos, entre asombrados y desilusionados con la actuación nacional, eran tapados por los simpatizantes paraguayos que se acercaron a la cancha de River.

Pero por suerte, pasaron esos minutos fatídicos y poco más pasó de ahí al final de la primera mitad, final nunca más esperado por Basile.

Las expectativas para el segundo tiempo no eran las mejores. En desventaja en el marcador, en inferioridad numérica y jugando muy mal al fútbol, justo contra Paraguay, único líder las eliminatorias y rival al que la Selección no puede vencer como local desde hace 35 años.

Pero, por suerte, todo fue distinto a lo que se pensaba. Y en eso mucho tuvieron que ver tres actores principales: Basile, el rival y Aguero. Coco, por que salió a jugar el segundo tiempo con un esquema táctico más ofensivo aún, a pesar de la inferioridad numérica, con la inclusión de Aguero por Heinze y del Cata Díaz por Di María y pasó a defender con tres en el fondo; Paraguay, por que, contrariamente a lo que se esperaba, teniendo en cuenta el marcador y la superioridad numérica en cancha, le dejó la iniciativa del juego a Argentina y espero de mitad de cancha para atrás; y, por último, un párrafo aparte para el Kun. El ex Independiente ingresó por Heinze, marcó el gol del empate (con una definición perfecta tras asistencia de Messi), aguantó todo lo que le tiraron y fue una pesadilla para la defensa rival. Aplausos para el delantero del Atlético Madrid que esta llamado a aparecer en los momentos más difíciles de Argentina, cuando el equipo más lo necesita, al igual que su enorme aparición goleadora frente a Brasil por la semi de los Juegos Olímpicos. El Kun la rompió y se llevó los únicos aplausos de la tarde.

Ahora es el turno de Perú, el miércoles por la noche en Lima. Argentina deberá mejorar -y mucho- no para poder clasificar a Sudáfrica, cosa que es un hecho por el bajo nivel de las Eliminatorias Sudamericanas, sino para darle una alegría a los hinchas argentinos y, por sobre todas las cosas, volver a jugar bien al fútbol, materia pendiente en los últimos encuentros de la Selección mayor.

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